lunes, junio 30, 2008

El conflicto con el campo y los conjuntos ganadores "sucios"

Dice Putnam "Cada negociador tiene un interés inequívoco en maximizar el conjunto ganador de la contraparte, pero sus intenciones respecto de su propio conjunto ganador son mixtas. Así, un negociador maximizador de utilidad debe buscar convencer a su contraparte de que su conjunto ganador es 'sucio' (kinky), esto es, que el trato que propone seguramente será ratificado, pero que cualquier otra oferta ligeramente más favorable para su oponente probablemente no lo será"

Como siempre, Putnam es realmente clarificador. Hoy pueden leerse las declaraciones de Mario Llambías diciendo "Podremos convencer a las bases si nos proponen un 38%, pero si son del 40% no convenceremos a nadie".

Parafraseando a Unamuno...

Para los Kirchner: esta vez "ni vencereis, ni tampoco convencereis"
Para los lectores de este blog, a raiz de los escasos por no decir inexistentes comentarios a los posteos: "entrareis mas no comentareis" parece ser su mensaje.

viernes, junio 27, 2008

Si hay algo que no se puede ocultar...

es cuando estás lisiado por dentro. Así dice el estribillo del tema "Crippled Inside" del disco Imagine de John Lennon. Lo escuchaba esta semana y poniendo atención a la letra no pude dejar de pensar en el gobierno. Tanto me hacía acordar a Néstor y a Cristina que a punto estuve de editar un video con la canción e imágenes de este conflicto que ya lleva más de 100 días, etc. Lamentablemente mis conocimientos de edición son nulos. Ahora veamos la letra (traducción propia) de la canción:

Podés lustrar tus zapatos y ponerte traje
Podés peinarte y verte lindo
Podés esconder tu cara detrás de una sonrisa
Algo que no podés ocultar es cuando estás lisiado por dentro

Podés usar una máscara y pintarte la cara
Podés llamarte a vos mismo la raza humana
Podés usar saco y corbata
Algo que no podés ocultar es cuando estás lisiado por dentro

Sabés que tu gato tiene nueve vidas,
pero sólo para sí.
Vos tenés sólo una
y llevar una vida de perros no tiene gracia
Mamma! mira a tu alrededor

Podés ir a la iglesia y cantar un himno
o juzgarme por el color de la piel
Podés vivir una mentira hasta que mueras
Algo que no podés ocultar es cuando estás lisiado por dentro



La referencia a los zapatos lustrados me hizo evocar los mocasines de Néstor, en tanto que eso de "peinarse y verse lindo (linda en este caso) y esconderse detrás de una sonrisa" así como también "esconderse detrás de una máscara y pintarse la cara" me hizo acordar a Cristina, en su impostación de Evita. Dicho sea de paso, el que le escribe los discursos a la sra. Presidenta no tiene dos dedos de frente: la inclusión de la cita del 18 Brumario de Luis Bonaparte no fue feliz. Cristina imposta la voz como Evita, usa trajes sastre, y su marido también es político, pero como bien les recordó Mario Llambías "Néstor y Cristina Kirchner no son Perón y Evita". De ahí que no es bueno citar a alguien que dice justamente que la historia se repite sólo que la primera vez como tragedia y la segunda como farsa, ya que inmediatamente uno reflexiona y dice: Néstor y Cristina no serán la farsa de Perón y Evita?

Volviendo a Lennon y los Kirchner, no se si los gatos tienen 9 vidas como dice la canción, pero claramente Cristina tendrá una sola oportunidad para demostrar lo que vale como presidenta, ya que de lo contrario difícilmente pueda acceder a la reelección. De momento su marido y ella parecieran estar haciendo un esfuerzo denodado por hacer colapsar el proyecto político kirchnerista.

Finalmente, la referencia a juzgar a la gente por el color de la piel no hace sino recordarme a D'Elía con su odio por los blancos, y "vivir una mentira hasta morir" podría referir al hecho que para el gobierno en este país no hay inflación, la pobreza baja, el PBI sigue creciendo a pesar del paro del campo, y hay una conspiración en marcha destinada a dar un golpe de estado. Definitivamente los Kirchner pueden vivir una mentira hasta que mueran, pero jamás podrán ocultar que están lisiados por dentro.


Descarrilados

El conflicto con el campo parece a esta altura la historia sin fin. El gobierno no repara en que la extensión del conflicto no lo beneficia como cree Néstor Kirchner, sino que más bien lo perjudica y que a esta altura cualquier victoria será pírrica. La lógica del ex presidente es entendible sin embargo. Veamos: el costo de acordar resignando parte del aumento de retenciones es que ello sea percibido como una señal de debilidad y tiente a otros actores a elevar demandas al gobierno. Esto no hubiera sido problemático en años anteriores cuando la situación macroeconómica permitía acomodar las demandas de un actor sin perjudicar a otro. Eso ya no es posible hoy. Mantener los subsidios a la clase media y alta urbana (que no vota al kirchnerismo) demanda hoy incrementar los recursos fiscales de modo de no comprometer pagos futuros de deuda ni la caja necesaria para alinear a gobernadores e intendentes. Bajar la inflación, algo que beneficiaría probablemente al conjunto de la sociedad, requiere desmontar los subsidios existentes en materia energética lo cual implica sincerar que el costo de producir electricidad y de proveer gas es sustancialmente más alto que lo que las familias creen. Hasta 2006 era posible acomodar las demandas de los distintos sectores sin que hubiera trade offs. Hoy ya no parece ser el caso. De ahí que, retomando el hilo del argumento, el ex presidente parece temer que al campo seguirán otros sectores apenas vean que el gobierno hace concesiones (industriales pidiendo dólar de 4 pesos, sindicatos pidiendo revisión de las negociaciones colectivas en el segundo semestre, privatizadas reclamando ajustes de tarifas, pymes pidiendo exenciones impositivas, etc.)

Ahora bien, el costo de la extensión del conflicto es también alto: 1) en los últimos cuatro meses la popularidad de la presidente cayó al 20% de acuerdo a los datos de Poliarquía, y la popularidad del ex presidente (según los datos de la misma encuestadora) descendió al 33%, el mínimo histórico desde el 25 de mayo de 2003; 2) el peronismo aparece menos disciplinado que antes como puede verse por a)las reuniones que Kirchner mantuvo con gobernadores, legisladores y legisladores bonaerenses; b) las críticas en voz alta de gobernadores como Schiaretti y Das Neves, y las disidencias en voz alta también de legisladores como Reutemann y Felipe Solá; c) las dificultades del gobierno para convencer a los legisladores de votar a libro cerrado el polémico proyecto enviado al Congreso; 3) el impacto del conflicto sobre la caja. La recaudación sigue creciendo, eso es evidente. Pero de acuerdo a datos del tribuno, que cualquiera puede calcular entrando al sitio del ministerio de economía, en los meses en que el campo para la recaudación crece a la mitad del ritmo en que lo hace en meses normales; 4) la evidencia anecdótica, como señalan los economistas, muestra un enfriamiento de la economía a partir de la incertidumbre generada por el paro del campo; 5) aunque este relativo enfriamiento debería llevar a moderar la inflación, quien sabe por qué ello no ocurre. Tal vez sea porque la expectativa de inflación, de acuerdo a datos de la UTDT, está encima del 30% anual, muy lejos de la inflación anualizada de un sólo dígito que publica el INDEC.

Las alternativas son entonces o bien cerrar el conflicto aceptando un costo o extenderlo sabiendo que ello puede llevar a una victoria, pero a un alto costo, a saber: minar las bases de la fórmula de gobernabilidad estructurada por Kirchner, que no son otras que caja, popularidad y liderazgo sobre el peronismo.

Hay un costo a un mayor por mantener a la sociedad en vilo con esta pulseada: no se atienden cuestiones más urgentes y relevantes como la inflación, fenómeno que amenaza ya no solo a la fórmula de gobernabilidad, sino también al corazón del modelo económico, esto es, el tipo de cambio competitivo.

Marcos Novaro usó el otro día la metáfora del colectivero loco para referirse al ex presidente Kirchner. Pues si el colectivero está loco, lo que debe hacerse es ponerle una camisa de fuerza. Para el caso, nadie votó al colectivero loco, sino a su mujer.

jueves, junio 19, 2008

Interesantes declaraciones

Es muy bueno lo que Néstor decía acerca de las retenciones en 2002...

miércoles, junio 18, 2008

El conflicto del campo en imágenes II: lo que el gobierno busca defender




Las referencias al efecto benéfico de las retenciones móviles siempre la mencionan: la mesa de los argentinos

El conflicto del campo en imágenes I: los malos de la película

martes, junio 17, 2008

Lo leí y me gustó

Después de un día tenso siguiendo el conflicto del gobierno con el campo, sentado frente a la computadora tomando un vasito de grappa, alcé la vista y vi en la biblioteca "Por el camino de Swann" de Proust. Lo abrí después de muchos años y busqué un frase que siempre me gustó y que reproduzco:

"Los sitios que hemos conocido no pertenecen tampoco a ese mundo del espacio donde los situamos para mayor facilidad. Y no eran más que una delgada capa, entre otras muchas, de las impresiones que formaban nuestra vida de entonces; el recordar un determinada imagen no es sino echar de menos un determinado instante, y las casas, los caminos, los paseos, desgraciadamente son tan fugitivos como los años"

A veces es bueno recordar que...

Artículo 75.- Corresponde al Congreso:

1. Legislar en materia aduanera. Establecer los derechos de importación y exportación, los cuales, así como las evaluaciones sobre las que recaigan, serán uniformes en toda la Nación.

Que suerte que Cristina se acordó esta tarde! Ojalá nuestros gobernantes tuvieran presenta la Constitución más seguido.

lunes, junio 16, 2008

En medio de la crisis, como para divertirse un poquito

Hoy como ayer

miércoles, junio 11, 2008

Rod Stewart y la batalla de la soja, o agudizando las contradicciones

En la década del 70 Rod Stewart obtuvo un gran hit con el tema "Da ya think I'm sexy", tema que aun se baila en fiestas y boliches. Un hecho poco recordado es que Rod Stewart enfrentó una acusación por plagio por esta canción. El demandante, un ignoto compositor a quien nadie (incluido Zabalita) recuerda, demandó a Stewart y como para complicarle la situación estableció que el producido del resarcimiento por el plagio sería destinado a Unicef complicandole la batalla legal a Rod Stewart.

A que viene todo esto? A la última movida de Cristina en la batalla de la soja. Como sabemos el lunes se dispuso que el aumento en la recaudación resultante del incremento de la alícuota de las retenciones sería destinado para fines redistributivos. De esta forma se buscó quedar bien ante la opinión pública, calmar a la propia tropa (gobernadores e intendentes) que sería responsable de la administración de estos fondos y quitarle argumentos al campo, que queda así en la incómoda postura de quitarle recursos a quienes menos tienen si logra dar marcha atrás con el polémico aumento de impuestos.

Sin embargo, la "inteligente" movida del gobierno sólo muestra como se agudizan las contradicciones (dentro del propio gobierno por cierto) a medida que las papas queman (y últimamente queman mucho). Veamos: la crítica máso obvia es ¿qué ocurrirá si por efecto de la movilidad el derecho de exportación a la soja se ubica por debajo del 35%? Este argumento está en todos los medios y no hay que tener más dos dedos de frente para pensar en ello. El gobierno argumenta que preven que por la evolución del precio internacional de la soja, la retención se mantendrá por encima del 35%. Es posible, pero no tenemos certeza de ello.

Una segunda crítica: el manotazo del gobierno sobre la rentabilidad sojera estuvo motivada por el creciente costo de los subsidios energéticos y en mi opinión, tuvo una mirada de mediano plazo: hacer caja para 2009 año en que habrá crecientes pagos de deuda y mayores necesidades de gasto por razones electorales. Ahora que el producido del impuestazo a los cereales se destinará a otros fines ¿cómo financiará el gobierno los subsidios en materia de transporte y energía? ¿Estará dispuesta Cristina a sincerar los precios en este campo? De otra manera surgen grandes interrogantes en materia fiscal. Sumémosle a ello, el costo de las compensaciones a los pequeños y medianos productores. Una medida que originalmente buscaba fortalecer la caja, termina debilitándola.

Finalmente, el gobierno ha ensayado un amplia gama de argumentos para defender el aumento en las retenciones: 1) Garantizar que no falten alimentos en la mesa de los argentinos; 2) Redistribuir la riqueza; 3) Prevenir el monocultivo de soja.

El primer argumento era fácilmente rebatible: las retenciones impiden que el incremento de los precios internacionales de bienes transables se traslade a los precios internos. Eso puede ser cierto para el trigo, la carne, el maíz, el petróleo, tal vez. Para la soja es dudoso. El consumo interno de soja es mínimo. El segundo argumento parecería ahora más creíble dado que luego de tres meses de conflicto el gobierno se acordó de clarificar en qué iba a gastar los recursos provenientes de este incremento. De cualquier manera, está por verse qué ocurre con el mentado plan de redistribución. Y a ello agrego que me parece difícil redistribuir la riqueza y disminuir la pobreza sin previamente poner en marcha una política consistente para luchar contra la inflación. Agregaría además que para redistribuir la riqueza hay mejores herramientas: nombro una, una reforma fiscal destinada a incrementar el peso del impuesto a las ganancias (incluyendo la renta financiera hoy exenta de todo gravamen) y a disminuir la alícuota del IVA.

Finalmente, el tercer argumento entra en contradicción con el segundo: si con las retenciones se busca desalentar el cultivo de soja ello implica que si la política es exitosa habrá una disminución en la producción sojera y por ende una menor recaudación por via de retenciones a la soja y como consecuencia menos recursos para financiar el plan de redistribución anunciado el lunes. Entonces ¿en qué quedamos?

El retorno del populismo macroeconómico

Como en las tragedias griegas, el gobierno parece toparse con un destino que a toda costa dice querer evitar: el enfriamiento de la economía. Si tuviera lectores kirchneristas no dudo que me enrostrarían cifras sobre crecimiento, inflación, pobreza y desempleo para refutar mi argumento. Ahorrense el trabajo, sabemos que el INDEC está intervenido por la Secretaría de Comercio y que sus cifras son dudosamente creíbles dado que están groseramente manipuladas. En el caso de la inflación la manipulación ya roza el absurdo. Esto incide sobre el cálculo de la pobreza obviamente. Sobre el desempleo basta con saber que la EPH no se está realizando en forma adecuada y en cuanto a crecimiento las últimas cifras fueron ya poco creíbles.

Pero no es este el tema del que pretendo ocuparme hoy. Da toda la impresión de que la Argentina ha ingresado en un ciclo de populismo macroeconómico. De vuelta, no estoy diciendo que Kirchner o su mujer sean populistas. El populismo es un concepto fuertemetne disputado y polémico en ciencias sociales. Refiere principalmente a un fenómeno político. Sin embargo, hace ya algunos años Dornbusch y Edwards acuñaron la expresión "populismo macroeconómico" para referirse a un tipo particular de política económica. Y hago esta aclaración porque un líder político puede no ser populista (en la acepción política del término) pero aplicar una política económica populista.

El populismo macroeconómico se refiere a una política económica que enfatiza el crecimiento y la redistribución (fines loables por cierto) dejando de lado un manejo prudente de las variables macroeconómicas. Normalmente involucra políticas fiscales, monetarias y de ingresos expansivas que priorizan el crecimiento y la redistribución a cualquier precio. Lógicamente estas políticas terminan conspirando contra los mismos fines que buscan servir.

Dornbusch y Edwards señalan que el populismo macroeconómico suele aparecer en países donde hay fuertes presiones a favor de la redistribución del ingreso y en momentos de parálisis o recesión. En cuanto a lo primero, la Argentina entra en el molde. Respecto de lo segundo no tanto.

A opinión de Zabalita, el populismo macroeconómico comienza en la Argentina alrededor de 2005. Hasta entonces la economía venía creciendo en forma sostenida mediante un crecimiento de la inversión y una mayor utilización de la capacidad instalada. La política monetaria era ligeramente neutral (aunque ya desde 2004 había abandonado el esquema de metas de inflación que buscaba instalar Alfonso Prat Gay)o moderadamente expansiva y la política fiscal era prudente. Sin embargo luego de la salida de Prat Gay (2004) y Lavagna (2005), claramente Néstor Kirchner pasó a ser el responsable de la política monetaria y fiscal que comenzaron a ser francamente expansivas. Desde el BCRA se podrá contra argumentar que el M2 crece a un ritmo menor que el PBI nominal, pero el argumento es falaz: las tasas de interés son negativas y muchas veces el programa monetario se cumple haciendo uso de medidas cosméticas. En cuanto a la política fiscal, la Argentina tiene superávit primario y financiero. No está en duda eso. Pero el ritmo de crecimiento del gasto es muy superior al del crecimiento del PBI nominal.

Dornusch y Edwards muestran que hay un ciclo en el populismo macroeconómico que comienza por una fase expansiva, es decir, una fase en la que las políticas fiscales, monetarias y de ingresos estimulan el crecimiento, principalmente a través del aumento del gasto y del consumo (crédito barato y aumentos de ingresos fogonean este crecimiento). Sin embargo una vez que se agota la capacidad ociosa en las empresas, se registra un aumento de la inflación y un déficit en la balanza comercial.

Acá es interesante destacar una diferencia. Típicamente el populismo macroeconómico se dio en un contexto de economías cerradas en las cuales un tipo de cambio regulado y normalmente sobrevaluado estimulaba el poder de compra de los salarios. La Argentina no tiene hoy déficit en la balanza comercial sino todo lo contrario (merced a los buenos precios de nuestras exportaciones) y el gobierno ha hecho importantes esfuerzos para evitar una apreciación cambiaria. ¿Por qué? En un contexto de economía abierta la apreciación cambiaria tornaría no competitivos a sectores que compiten contra las importaciones (como ocurrió durante la convertibilidad) y generaría desempleo. Por eso, aunque un tipo de cambio depreciado implica salarios reales bajos, este sería el costo a pagar por el actual modelo para mantener un nivel de desempleo bajo. Aparte de ello, un tipo de cambio sobrevaluado afectaría la capacidad del gobierno de apropiarse una parte de la renta exportadora por vía de las retenciones, y ello afectaría su capacidad de mantener el curso de la actual política fiscal expansiva.

Retomando el hilo del argumento, ante la inflación el populismo macroeconómico apela a mantener las políticas expansivas y contener el aumento de precios via subsidios (como los existentes en transporte y energía) y controles de precios. Medidas que la historia muestra que tienen una efectivadad limitada en el tiempo.

La última fase del ciclo es poco feliz: un plan de estabilización, la profecía cumplida. La inflación lleva a una caída de la inversión y a una retracción del consumo. La inflación por otro lado corroe la competitividad del sector exportador. Finalmente los precios subsidiados, que entrañan un alto costo fiscal para el gobierno, deben dejar de subsidiarse (lease aumento en el precio de las tarifas y la energía).

Esto no necesariamente debe ocurrir. Puede tranquilamente evitarse. A diferencia de la convertibilidad cuyo partido tenía un resultado definido mucho antes de diciembre de 2001, mucho se puede hacer para evitar una crisis absolutamente innecesaria. No tiene sentido seguir disimulando lo que ya todos saben: la Argentina tiene un problema inflacionario serio y es necesario atacarlo con políticas fiscales y monetarias consistentes.

Aterrizaje suave o forzoso parece ser el nombre del juego. Si lo dejamos en manos del mercado y el paso del tiempo el resultado es fácil de predecir.

domingo, junio 08, 2008

El más grande

Nunca le hemos dedicado un posteo y sin embargo hace rato que se lo merece. Sin él no habría Beatles, ni Stones, ni Zeppelin, ni Redondos. Él es el verdadero rey, el padre de esta bendita música, alguna vez calificada como diabólica, y que tanto apasiona a tantos. Fue él quien definió el sonido del rocanrol, quien realmente le dio forma. Seguro que muchos contribuyeron antes que él: Muddy Waters, Robert Johnson, Big Bill Broonzy, Hank Williams, etc. Otros al mismo tiempo que él: Fats Domino, Bill Haley, Carl Perkins, Elvis, y siguen las firmas. Pero está claro que si existe el rocanrol es porque existió Chuck Berry. Hoy venía de una mala experiencia en el supermercado (básicamente de hacer las compras y constatar como la inflación supera con creces la cifra del INDEC) cuando en la radio comenzó a sonar 'Reelin' and Rockin' de Chuck. Así fue como me surgió la idea de dedicarle un posteo. Los Bealtes, los Stones, los Faces y los Animals, solo por mencionar algunos, versionaron sus temas. Tarantino incluyó "you never can tell" como música para el inolvidable concurso de bail en el Jack Rabbit's Slim de Pulp Fiction. Lennon tocó junto a él Johny B. Goode y Memphis Tenessee. Dejo entonces dos videos: John Lennon junto a Berry tocando Johny B.Goode y los Stones versionando Little Queenie.




domingo, junio 01, 2008

Uno más sobre el campo...

Advertencia preliminar:
No tengo campo, no tengo parientes con campo ni amigos con campo.
No me gusta en general el folklore ni ir a peñas.
No me interesaría ni por asomo vivir en el campo dado que soy rata de cemento.
Jamás me vestiré con una camisa a rayas con el caballito de "Polo", ni usaré llavero cuenta-ganados, ni un pañuelito en el cuello.
No se andar a caballo, no se ordeñar, arrear, capar, y ni siquiera hacer un asado (aunque disfruto mucho comiéndolo).
Hacen años que no voy a la exposición anual de la SRA (aunque tal vez este año lo haga. Al final de cuentas, hay lindas promotoras y quien sabe...)

Hago esta advertencia antes de decir que está claro que en este conflicto mi simpatía tira más hacia el campo que hacia el gobierno. Creo que el gobierno se engolosinó con la posibilidad de la caja fácil (que resultó no ser fácil) no con el objetivo de hacer política redistributiva ni de evitar el mono-cultivo, sino más bien con el objetivo de hacerse de un excedente que resulta necesario para bancar los cuantiosos subsidios en materia energética y de transporte, y que en el caso de los primeros benefician mayoritariamente a las clases medias y altas de Capital y el conurbano; y para hacer caja para 2009, año en que las necesidades de gasto crecerán por causa de las elecciones legislativas y por un aumento notable en los pagos de deuda.

No estoy en contra de las retenciones como instrumento de política tributaria. Las retenciones pueden ser útiles para evitar una transferencia de ingresos luego de una devaluación (ese fue el sentido de las mismas cuando Krieger Vasena o el gobierno de Duhalde más recientemente las aplicaron) o para evitar el impacto de altos precios internacionales sobre los precios domésticos. Por ende, no me parece mal que se apliquen retenciones.

Ahora, esta última vez los muchachos se fueron de rosca, incluso cuando la soja cotiza por debajo de los 600 dólares la tonelada. Incluso diría que es riesgoso atar la recaudación a la evolución del precio internacional de tres o cuatro commodities. Así y todo el campo debería ser más vivo y darse cuenta que está jugando al truco con el gobierno, y que en el truco no se gana por gritar más fuerte, sino por una combinación de azar y habilidad para engañar al contrario. En esto, el gobierno es más ducho. El otro día el gobierno dio la imagen de ceder, dando muy poco a cambio. Pues el campo debería hacer lo mismo. Seguro que los episodios del viernes no ayudan. Pero así y todo, no es hora de dejarse llevar por las pasiones. No se debe perder de vista que el objetivo debería ser lograr una reformulación de la política agropecuaria y no (como probablemente se ilusionan algunos idiotas que ni siquiera deben tener campo)voltear a un gobierno.

Dicho esto, y habiendo intercambiado opiniones con diversas personas que no son kirchneristas pero tampoco furibundos opositores, sí me animo a decir que noto una especie de resentimiento de clase media progre en la actitud que noté en muchos de mis interlocutores en sus posiciones sobre el tema campo. Seguro que la SRA fue golpista, a quien le cabe duda. También Perón fue dos veces golpista, la UCR unas cuantas veces, la CGT otras tantas, la UIA ni que decir y siguen las firmas. Dejémonos de joder con este discursito progre barato de hablar de oligarquía y demás. Al final de cuentas, si me dan a elegir entre la mentada "oligarquía" (que ya no existe por cierto) y los amigos del gobierno como Mindlin and company, pues yo me quedo del lado del campo.

De nuestros productores rurales se pueden decir muchas cosas. Ahora bien, a diferencia de nuestros industriales que siempre lloraron por la protección del estado y que vivieron al calor de vergonzosas prebendas y onerosos subsidios, los productores del agro han sido siempre internacionalmente competitivos. Curioso país el que castiga a los sectores competitivos y beneficia en forma desvergonzada a los rent-seekers.

Última diatriba de hoy: por qué no miramos lo que hacen Uruguay y Brasil. Ahí también se exporta lo mismo que se consume internamente y tienen una inflación real inferior a la Argentina y la producción agrícola-ganadera crece. En fin, ojalá esto se termine más temprano que tarde. Lo dudo igualmente.

Buenas noches y buena suerte.

"Sentado en un banco de plaza...





mirando chicas jóvenes con malas intenciones". Con esa frase da comienzo la canción Aqualung que da título al disco homónimo de Jethro Tull, grupo al cual tuve el privilegio de ver en Obras allá por el lejano 1993 en la gira del 25 aniversario de la banda.

Sin ser fan de Jethro Aqualung siempre me ha parecido un disco excelente. Temas como Aqualung, Cross Eyed Mary, Winds up, o el energizante Locomotive Breath son sencillamente excelentes. Se que Aqualung es un disco conceptual, pero para evitar la soberbia del erudito simplemente admito que no tengo ni la más remota idea de la idea que pretende transmitir. Jamás me he puesto a analizar en detalle las letras, salvo quizás la del propio Aqualung con el que de a ratos me identifico. Eso de "sentirse como un pato muerto escupiendo pedazos su suerte quebrada" no me ha resultado ajeno, sin que yo sea un linyera como el que describe la canción a la que me refiero.

El domingo de la semana pasada estaba sin saber que hacer y decidí ir en busca de algún disco o libro. En materia de libros, naranja que me tentara. Con los discos fue distinto. Aun me gusta comprar discos a sabiendas que todo se consigue en el limewire, el emule o en rapid share. Los discos tienen un glamour distinto. Pienso en los vinilos de antaño, en los artes de tapa y en la emoción de conseguir un disco apenas salía, y definitivamente bajar una canción o un disco entero de una web no tiene nada de eso. Ni que decir de quemar un CD. Eso está bien para grupos como Coldplay, Oasis o Franz Ferdinand, que aunque me gustan, no le hacen cosquillas en mi opinión mis preferidos. Me importa un pito que el negocio discográfico sea un negocio; me importa poco y nada que EMI, Geffen, A&M por nombrar algunas compañías sean las que se llevan la crema del asunto. Al carajo con las huevadas que Adorno y la escuela de Frankfurt escribieron sobre la industria cultural y la influencia del modo de producción capitalista en el arte. Me la sudan. Me sigue gustando gastar mi bien ganado dinero en comprar discos y por eso lo hice con Aqualung.

PD: también compré otra joyita como es "Loaded" de la Velvet Underground.
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