Advertencia preliminar:
No tengo campo, no tengo parientes con campo ni amigos con campo.
No me gusta en general el folklore ni ir a peñas.
No me interesaría ni por asomo vivir en el campo dado que soy rata de cemento.
Jamás me vestiré con una camisa a rayas con el caballito de "Polo", ni usaré llavero cuenta-ganados, ni un pañuelito en el cuello.
No se andar a caballo, no se ordeñar, arrear, capar, y ni siquiera hacer un asado (aunque disfruto mucho comiéndolo).
Hacen años que no voy a la exposición anual de la SRA (aunque tal vez este año lo haga. Al final de cuentas, hay lindas promotoras y quien sabe...)
Hago esta advertencia antes de decir que está claro que en este conflicto mi simpatía tira más hacia el campo que hacia el gobierno. Creo que el gobierno se engolosinó con la posibilidad de la caja fácil (que resultó no ser fácil) no con el objetivo de hacer política redistributiva ni de evitar el mono-cultivo, sino más bien con el objetivo de hacerse de un excedente que resulta necesario para bancar los cuantiosos subsidios en materia energética y de transporte, y que en el caso de los primeros benefician mayoritariamente a las clases medias y altas de Capital y el conurbano; y para hacer caja para 2009, año en que las necesidades de gasto crecerán por causa de las elecciones legislativas y por un aumento notable en los pagos de deuda.
No estoy en contra de las retenciones como instrumento de política tributaria. Las retenciones pueden ser útiles para evitar una transferencia de ingresos luego de una devaluación (ese fue el sentido de las mismas cuando Krieger Vasena o el gobierno de Duhalde más recientemente las aplicaron) o para evitar el impacto de altos precios internacionales sobre los precios domésticos. Por ende, no me parece mal que se apliquen retenciones.
Ahora, esta última vez los muchachos se fueron de rosca, incluso cuando la soja cotiza por debajo de los 600 dólares la tonelada. Incluso diría que es riesgoso atar la recaudación a la evolución del precio internacional de tres o cuatro commodities. Así y todo el campo debería ser más vivo y darse cuenta que está jugando al truco con el gobierno, y que en el truco no se gana por gritar más fuerte, sino por una combinación de azar y habilidad para engañar al contrario. En esto, el gobierno es más ducho. El otro día el gobierno dio la imagen de ceder, dando muy poco a cambio. Pues el campo debería hacer lo mismo. Seguro que los episodios del viernes no ayudan. Pero así y todo, no es hora de dejarse llevar por las pasiones. No se debe perder de vista que el objetivo debería ser lograr una reformulación de la política agropecuaria y no (como probablemente se ilusionan algunos idiotas que ni siquiera deben tener campo)voltear a un gobierno.
Dicho esto, y habiendo intercambiado opiniones con diversas personas que no son kirchneristas pero tampoco furibundos opositores, sí me animo a decir que noto una especie de resentimiento de clase media progre en la actitud que noté en muchos de mis interlocutores en sus posiciones sobre el tema campo. Seguro que la SRA fue golpista, a quien le cabe duda. También Perón fue dos veces golpista, la UCR unas cuantas veces, la CGT otras tantas, la UIA ni que decir y siguen las firmas. Dejémonos de joder con este discursito progre barato de hablar de oligarquía y demás. Al final de cuentas, si me dan a elegir entre la mentada "oligarquía" (que ya no existe por cierto) y los amigos del gobierno como Mindlin and company, pues yo me quedo del lado del campo.
De nuestros productores rurales se pueden decir muchas cosas. Ahora bien, a diferencia de nuestros industriales que siempre lloraron por la protección del estado y que vivieron al calor de vergonzosas prebendas y onerosos subsidios, los productores del agro han sido siempre internacionalmente competitivos. Curioso país el que castiga a los sectores competitivos y beneficia en forma desvergonzada a los rent-seekers.
Última diatriba de hoy: por qué no miramos lo que hacen Uruguay y Brasil. Ahí también se exporta lo mismo que se consume internamente y tienen una inflación real inferior a la Argentina y la producción agrícola-ganadera crece. En fin, ojalá esto se termine más temprano que tarde. Lo dudo igualmente.
Buenas noches y buena suerte.