domingo, junio 01, 2008

Uno más sobre el campo...

Advertencia preliminar:
No tengo campo, no tengo parientes con campo ni amigos con campo.
No me gusta en general el folklore ni ir a peñas.
No me interesaría ni por asomo vivir en el campo dado que soy rata de cemento.
Jamás me vestiré con una camisa a rayas con el caballito de "Polo", ni usaré llavero cuenta-ganados, ni un pañuelito en el cuello.
No se andar a caballo, no se ordeñar, arrear, capar, y ni siquiera hacer un asado (aunque disfruto mucho comiéndolo).
Hacen años que no voy a la exposición anual de la SRA (aunque tal vez este año lo haga. Al final de cuentas, hay lindas promotoras y quien sabe...)

Hago esta advertencia antes de decir que está claro que en este conflicto mi simpatía tira más hacia el campo que hacia el gobierno. Creo que el gobierno se engolosinó con la posibilidad de la caja fácil (que resultó no ser fácil) no con el objetivo de hacer política redistributiva ni de evitar el mono-cultivo, sino más bien con el objetivo de hacerse de un excedente que resulta necesario para bancar los cuantiosos subsidios en materia energética y de transporte, y que en el caso de los primeros benefician mayoritariamente a las clases medias y altas de Capital y el conurbano; y para hacer caja para 2009, año en que las necesidades de gasto crecerán por causa de las elecciones legislativas y por un aumento notable en los pagos de deuda.

No estoy en contra de las retenciones como instrumento de política tributaria. Las retenciones pueden ser útiles para evitar una transferencia de ingresos luego de una devaluación (ese fue el sentido de las mismas cuando Krieger Vasena o el gobierno de Duhalde más recientemente las aplicaron) o para evitar el impacto de altos precios internacionales sobre los precios domésticos. Por ende, no me parece mal que se apliquen retenciones.

Ahora, esta última vez los muchachos se fueron de rosca, incluso cuando la soja cotiza por debajo de los 600 dólares la tonelada. Incluso diría que es riesgoso atar la recaudación a la evolución del precio internacional de tres o cuatro commodities. Así y todo el campo debería ser más vivo y darse cuenta que está jugando al truco con el gobierno, y que en el truco no se gana por gritar más fuerte, sino por una combinación de azar y habilidad para engañar al contrario. En esto, el gobierno es más ducho. El otro día el gobierno dio la imagen de ceder, dando muy poco a cambio. Pues el campo debería hacer lo mismo. Seguro que los episodios del viernes no ayudan. Pero así y todo, no es hora de dejarse llevar por las pasiones. No se debe perder de vista que el objetivo debería ser lograr una reformulación de la política agropecuaria y no (como probablemente se ilusionan algunos idiotas que ni siquiera deben tener campo)voltear a un gobierno.

Dicho esto, y habiendo intercambiado opiniones con diversas personas que no son kirchneristas pero tampoco furibundos opositores, sí me animo a decir que noto una especie de resentimiento de clase media progre en la actitud que noté en muchos de mis interlocutores en sus posiciones sobre el tema campo. Seguro que la SRA fue golpista, a quien le cabe duda. También Perón fue dos veces golpista, la UCR unas cuantas veces, la CGT otras tantas, la UIA ni que decir y siguen las firmas. Dejémonos de joder con este discursito progre barato de hablar de oligarquía y demás. Al final de cuentas, si me dan a elegir entre la mentada "oligarquía" (que ya no existe por cierto) y los amigos del gobierno como Mindlin and company, pues yo me quedo del lado del campo.

De nuestros productores rurales se pueden decir muchas cosas. Ahora bien, a diferencia de nuestros industriales que siempre lloraron por la protección del estado y que vivieron al calor de vergonzosas prebendas y onerosos subsidios, los productores del agro han sido siempre internacionalmente competitivos. Curioso país el que castiga a los sectores competitivos y beneficia en forma desvergonzada a los rent-seekers.

Última diatriba de hoy: por qué no miramos lo que hacen Uruguay y Brasil. Ahí también se exporta lo mismo que se consume internamente y tienen una inflación real inferior a la Argentina y la producción agrícola-ganadera crece. En fin, ojalá esto se termine más temprano que tarde. Lo dudo igualmente.

Buenas noches y buena suerte.

15 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Que lamentable que uno tenga que hacer una aclaración como la suya cuando va a comentar algo que favorece a una de las partes. Me duele que este sea un país que se resiste a la tolerancia de opiniones. Si uno se vuelca con el campo resulta que ahora es o un oligarca o un golpista, dos cosas de por sí fuera de contexto.
mis saludos

3:15 p. m.  
Blogger Zabalita said...

Más que todo hice la aclaración porque percibo en mucha gente un cierto "asquito" por el campo. Es como que noto un resentimiento de cierta clase media progresista hacia el campo.

Voy a franquear la barrera de lo políticamente correcto: pero si a esa clase media de tinte progre le tocaran el orto como se lo tocaron al campo con las retenciones móviles, en fin, ni que decir.

Sin mucho conocimiento hablan de rentabilidad del campo, que si les pagan tanto la tonelada, que si la renta extraordinaria, que los pooles de siembra, los billares de arrendatarios y las carambolas de los rentistas, etc. Como en el imaginario de mucha intelectualidad progre imbécil el campo aparece asociado a la oligarquía de 1880-1930, entonces está bien fustigarlo y pensar que los demás son mejores.

Pero bueno...así es este país.

4:10 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Zabalita:
De acuerdo con las opiniones sobre la clase media progre.
El dia que les cobren 70% de impuestos se les va a ir bien rápido ese ánimo de redistribución de la riqueza.
Dicho sea de paso, me pregunto ¿desde cuándo le interesan las personas que están debajo de ellos en la escala social si a lo largo de la historia los han despreciado aún más que las clases altas?

Un abrazo conservador!

9:03 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

De acuerdo, pero lo que me hace ruido es que en una sociedad que le gusta jactarse de progre y tolerante, cada vez que uno tiene que hacer un comentario que lo deposite en una de las dos partes de algún quilombo, tenga que aclarar que uno no es tal o cual cosa. Por ejemplo: "yo no soy peronista, pero..."; o "yo no soy gorila, pero..." una cagada.
saludos y perdón por lo extenso

9:44 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Siempre me llamó la atención la incoherencia del progresismo. Es decir, ellos más que nadie están obligados a ser tolerantes (por simple honestidad intelectual), y aún así son tan intolerantes como el falangista más fanático(conzco varios de uno y otro lado).

Saludos!

1:34 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Entiendo, vos decís: el repudio al concervador por parte del progre.

1:50 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Precisamente!

9:40 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Nunca usó "Ralf Lauren" con caballito? Hmmmm

Dudoso

1:16 a. m.  
Blogger Aureliano Buendía said...

Él dijo, muy claramente, "una camisa a rayas". De las lisas es otra cosa, a no mezclar los tantos.

Juntó un lindo coro de gorilas, mi querido amigo...

7:01 p. m.  
Blogger Zabalita said...

Hago una aclaración con respecto a la camisa polo. Hablé en tiempo futuro, y no en pasado.

De hecho, aclaro que tuve una sola camisa polo en mi vida (de color rosado para el caso) y no es que me la compré sino que me la regaló una novia cuando cumplí 22 años (a caballo regalado...).

Así que ahí se acaba mi trayectoria con el caballito de Ralph Lauren.

8:36 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Mi Coronel:
Con el debido respeto, lo de gorila es un tanto inexacto.
Mas bien diria que los gorilas más virulentos son los progre...

11:36 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Zabalita, no se excuse si tiene una polo, dos o mil. En que cambia, acaso no se puede ser sindicalista y tener una camisa (huy, moyano); y coronel, cuál es el problema de ser gorila? no se puede pensar distinto al peronismo que ha uno lo tienen que llamar como un primate?

10:26 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Lo único que me interesa de éste torneo de mirá qué larga la tengo, salga ganando el sector que me pueda garantizar una normalización de precios de los productos alimenticios.
Es absurdo lo que nos están cobrando la comida y eso, donde más se siente, es lejos de las estancias y los ministerios.
Desde ese lugar absolutamente egoísta, prefiero que el gobierno gane esta escaramuza. No creo que los productores agropecuarios anden con ganas de bajar los precios cuando termine el conflicto... los precios en argentina no respetan la ley de gravedad. Creo que el gobierno, sí podría hacer algo por la inflación, ese fenómeno económico es muy piantavotos y por ahora, la urnita es nuestra única manera de negociar con "la clase política"

Y con respecto a la "competitividad" de los estancieros... alambrame millón y medio de hectáreas a precio vil y mirá en 3 generaciones qué competitivos serán mis bisnietos.
No jodamos con eso tampoco, si bien la media de los industriales argentinos son unos parásitos, el reparto de tierras selló el destino de gran parte del pueblo. Digamos que somos lo que somos porque a lo largo de la historia hicimos lo imposible para estar así.

3:06 p. m.  
Blogger Zabalita said...

Estimado Duranga: me gustaría ver si el gobierno puede bajar el precio de los alimentos solo con las retenciones. La causa de la suba de los alimentos va más allá de este conflicto absurdo. Comenzó mucho antes y en el origen está la ausencia de una política anti-inflacionaria de parte del gobierno y una confianza ciega de parte de Kirchner de poder crecer forever al 9% anual, sin que importar cuanto se invierte. La historia está plagada de casos de países que crecieron 5-6 años motorizados principalmente por el consumo, el gasto del gobierno y tal vez la inversión pública. Eso sí, luego sufrieron un enfriamiento no deseado una vez que la inflación creciente comenzó a afectar al consumo. Se viene un posteo sobre el tema así que no continuo con esto.

En cuanto a la tenencia de la tierra, tengo entendido que la cuestión ha cambiado un poco desde 1930.

5:12 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Digamos que si José Cincoapellidos tenía cuatro millones de hectáreas en 1880, y tuvo dos hijos, al morir cada hijo tenía dos millones de hectáreas.
Multiplicá este proceso durante varias generaciones, y te vas a encontrar con que si bien existen numerosos productores de varias miles de hectáreas, como dicen sabiamente Los Simpsons "Mi vieja mula ya no es lo que era".

Saludos!

9:35 p. m.  

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