jueves, noviembre 25, 2010
Fin de año es una buena oportunidad para hacer balances y para pensar en los proyectos para el año que viene. Esperemos que los líderes de los distintos espacios que se arrogan el nombre de oposición lo hagan y puedan el año que viene mostrar algo un poco más alentador que lo que deja el 2010. Porque seamos honestos, la performance de la oposición ha sido poco menos que horrible durante 2010. La raíz de esta penosa performance está paradójicamente en la derrota de Néstor Kirchner en junio de 2009. Los referentes del espacio opositor creyeron que el kirchnerismo no tendría chances en 2011, que la situación económica del año 2009 duraría hasta 2011, que tenían un cheque en blanco de la opinión pública y que lo único que faltaba era definir quien se quedaba con el premio mayor en octubre de 2011. La verdad es que no se si creyeron eso o no, pero actuaron como si realmente fuera eso lo que tenían en la cabeza. Y así les fue...Se cierra el año y lo único que pudo hacer la oposición fue sancionar una ley, que si bien responde a un legítimo reclamo, fue más bien una acción imprudente, propia de quien se sabe sin chances de gobernar. El resto es bastante magro. Kirchner fue hasta su hora final, infinitamente más inteligente que cualquiera de los que están enfrente, sabiendo como navegar en el medio de la tormenta. Tantas veces lo hemos criticado desde acá, pero eso no implica desconocerle su habilidad a la hora de operar. Del otro lado no hubo quien estuviera a su altura. Y su muerte parece haberle regalado como última ofrenda cuatro años más a su viuda, y encima con un peronismo que pareciera encaminarse a una reunificación.
Falta un año y eso es bastante tiempo en política suelo escuchar. Sip, es cierto. Pero ya veo que como viene la mano, cuando llegue marzo no faltaran los pelotudos que digan "faltan seis meses y eso en política, y sobre todo en la Argentina es mucho tiempo". Hoy por hoy con inseguridad y con una inflación que tal vez para los estándares de la gente de más de 40 sea poca cosa, pero que el contexto de un mundo de baja inflación y con una generación educada en la estabilidad de precios es bastante elevada, el kirchnerismo tiene todas las chances de ganar. ¿Puede cambiar este panorama? Puede, no lo negamos. Pero con lo que hay del otro lado, se ve difícil. No vamos a entrar en el debate de "y si ganan otros, ¿cómo van a gobernar?". Si el contexto internacional sigue tan favorable a veces pienso que daría lo mismo calzarle nuevamente la banda a Chupete o a un Babuino (aun no me decido sobre quién lo haría mejor!) y nos iría bien (soy honesto: le pongo mis fichas al babuino a pesar de las quejas de los primates). Antes que plantearnos entonces si "otros" pueden gobernar, tal vez debamos zanjar la cuestión de si otros pueden ganar, dado que de otro modo estaríamos poniendo el carro delante de los caballos.
Y los otros más bien parecen estar apostando a perder...En teoría de Relaciones Internacionales tenemos el dilema de las ganancias relativas según el cual la cooperación entre estados es rara o escasa, por más que sea beneficiosa, debido a que antes que pensar en las ganancias absolutas, las partes se preocupan en cuanto ganan en relación a los demás. Y con las oposiciones pasa un poco eso. En el difunto ACyS esto es evidente. Los radicales, que increíblemente hasta el 27 de octubre 9.15 Am tenían chances muy serias de volver a la Rosada (con un tipo calzándose la banda y no para visitar el museo) se están sacando los ojos de manera poco comprensible, brindando un lamentable espectáculo. Elisa Carrió es claro que ha decidido nuevamente apostar por la vía testimonial, esto es, erigirse en el custodio moral de la política argentina para de este modo sostener una intransigencia al estilo de Alem (sólo que el suicidio en este caso será político y nuevamente Carrió podrá musitar para sí -parafraseando a Kant- 'hágase justicia, aunque haga mierda a mi partido'). Sí, Carrió quiere perder para quedar como la referente del antikirchnerismo de los próximos cuatro años. El peronismo disidente va camino a ser sólo peronismo con excepción de: una provincia que tal vez pida la secesión y cumpla el sueño de ser 'otro país', del ex senador a cargo de la presidencia en 2002-2003 y de la mesa nomeacuerdo el número de Necochea. Paso de opinar sobre lo que el "Pagni del Kirchnerismo" ha denominado microemprendimientos.
El otro tema de la oposición son sus figuras. Cobos y Alfonsin, más allá de las diferencias y sin negarles méritos a ambos, son ejemplos de poca virtud compensada con mucha fortuna. Macri y de Narváez son demasiado consultordependientes. Son malos actores con libretistas razonables, pero es claro que no llevan la actuación en la sangre, es decir, no son actores de raza. Lo que natura no les dio no hay Durán Barba o J.J. Rendón que pueda prestárselo. Hasta no parece claro el motivo por el que hacen política. El cuento de la vocación de servicio estamos grandes para comprarlo. Plata tienen, nunca necesitaron de cargos para hacer negocios con o sin el estado...
Pino me cae simpático y si bien no lo votaría ni con dos litros de vodka encima, no me disgustaría verlo como Jefe de Gobierno de C.A.B.A, así la paleo-izquierda aprende a gobernar como ocurrión en Brasil con el PT que hoy es lo que es gracias a varios años de experiencia de gestión a nivel municipal.
No me interesa en lo más mínimo una gran coalición que junte a todos los que nombre para enfrentar al kirchnerismo. Sería horrible eso aparte de impracticable. Pero si sería interesante verlos abocarse con seriedad a la construcción de alternativas de gobierno. Radicales con socialistas, GEN y la esquiva CC. Macri con la derecha peronista para que no nos falte la candidatura neopopulista en clave conservadora en 2011. Y con candidatos que no parezcan de reality show. Es mucho pedir, pero bue...Si no, serán otros cuatro años más y tal vez, clonazepam mediante, no sea tan terrible...
domingo, noviembre 14, 2010
Con tan poco...
se podría mejorar Canal 7 la TV pública. La programación de Canal 7 tiene dos problemas
1) 678
2) 678
El primer problema es que mientras que a las 2AM se pueden ver películas buenísimas en la TV pública, en el horario central está 678.
El segundo problema es que incluso si alteráramos la grilla aun estaría ahí 678.
Ergo: Canal 7 tiene un sólo problema y es que tiene en la grilla un programa aborrecible y espantoso como 678 con impresentables como Galende, Barone, Russo y Cabito ("quien carajos es Cabito?").
Por suerte existen los ciclos de Peña y del recordado Carlos Morelli (lamentablemente ya no cuenta con Rómulo Berrutti ni con el sempiterno vaso de whisky que los acompañaba en Función Privada).
Sólo para dar ejemplos: una noche me desvelé y estaban dando "los cuatroscientos golpes" de Truffaut. Anoche, por suerte en un horario más razonable, esa obra maestra de Denys Arcand, "Las invasiones bárbaras".
Honestamente, Tristan Bauer podrá ser un chupamedias de los K, y no comparto en absoluta su visión de la historia, pero los ciclos de Peña y Morelli son como los 10 justos que Lot buscaba para salvar Sodoma y Gomorra, y eso habla bien de él. Si el año que viene cambia el gobierno, ojalá la TV pública sea más cine como el que están dando y menos 678.
martes, noviembre 09, 2010
Murió Massera, un hijo de puta redomado, responsable no sólo de la desaparición y muerte de miles de personas, sino que aparte ladrón y corrupto tal como se encargó destacar una excelente necrológica del diario La Nación en su edición de hoy, señalando entre muchas otras cosas que
"Tras cinco años al frente de la Armada, Masssera bajó a tierra para armar su Partido para la Democracia Social, al que se sumaron muy variados dirigentes de segunda línea".
Me pregunto si entre esos dirigentes de segunda línea que se sumaron a la quimera del Partido de la Democracia Social La Nación se refería al finado Francisco Arias Pelerano o a Joaquín Ledesma?