Otro más sobre cine
Algunos puristas detestan esta película. La acusan de sensiblería barata, de demagogia y demás. A mí me encanta y a los puristas bueno, les digo que me parece perfecto que se la pasen viendo películas de directores grosos, pero que me parece que pecan de soberbia intelectual cuando desprecian y consideran digno de gente inferior otros géneros distintos al cine arte. A lo que voy es que uno no se puede pasar la vida viendo sólamente películas de Eisenstein, Kiarostami, Pasolini, Antonioni, Goddard, etc., y evitar películas populares que a veces tienen su público bien ganado. Al final de cuentas, el cine es entretenimiento y hay que ser pluralista: a unos los entretiene alguien jugando una partida de ajedrez con la muerte y a otros les gusta ver a Bruce Willis hacer proezas contra terroristas informáticos o (yendo más atrás en el tiempo) a John Wayne y al séptimo de caballería cagando a tiros a Jerónimo. A mí me gustan ambas cosas, dependiendo el día, aunque obviamente con esto no quiero decir que cualquier sancocho hollywoodense me simpatiza. Es que simplemente en esto es como en los vinos: el gusto a roble francés, el aroma a madera, el dejo de gusto de chocolate o frutos del bosque, el color intenso y el maridaje con carnes rojas, son puro cuento. Al final del día el punto es si cuando el vino pasa por el paladar a vos te gusta o no te gusta. Con los films idem.
Arranco con esta introducción porque Cinema Paradiso a mí me encanta y se que a muchos les parece sensiblería barata. Alla ellos y todo bien con su opinión. Como el Callia Shiraz, a mí Cinema me gustó desde la primera vez que la vi hace ya muchos años (como imaginarán la vi más de una vez). Adoro la banda de sonido del genio de Ennio Morricone y sobre todo disfruto mucho la escena final donde Totó, ya maduro y retornado del entierro de Alfredo, proyecta el único legado que le deja su amigo, el que lo alentó a irse de Giancaldo para no volver nunca. Y el legado es una caja que contiene un pegado de escenas cortadas de distintas películas. Aquellas escenas que cuando el cine del pueblo estaba bajo la órbita de la Iglesia eran censuradas por el simpático sacerdote local que indicaba qué escenas debían retirarse agitando la campana. Se trata obviamente en la mayoría de los casos de besos inocentes.
La escena obviamente va más allá de eso, y como toda la película, es un homenaje al cine, y desde ya al cine italiano de posguerra en particular. De hecho este tributo fue rodado en un momento crítico para el cine, cuando se creía que iba a desaparecer por la irrupción del VHS. Felizmente ni el VHS ni el DVD han eliminado al cine, y las salas se siguen llenando. Hay cambios que a uno pueden no gustarle seguro: la americanización de las salas. Es decir, excelente la comodidad de las butacas, pero detestable (cuestión de gustos vio) el 'Las Vegas style' de las mega salas. Así y todo, sí eso es lo que toma mantener el cine como programa, me la banco sin chistar. Ir al cine es infinitamente superior al Home Theater (más allá que el programa del DVD y el helado siempre tiene su atractivo jejejeje!), es una sensación incomparable frente a un Televisor tenga el tamaño que tenga, plasma o LCDTV o cualquier otra cosa que inventen. Solo o acompañado, para ver los buenos librando al mundo de los malos o para desgarrarse por películas que grafican a veces con una claridad inigualable angustias y dramas humanos, para reirse hasta no poder más o para salir hecho un trapito mojado. Por eso mientras trabajaba y escuchaba la banda de sonido de Cinema Paradiso, me pintó este posteo que termino con la escena final de Cinema.
Arranco con esta introducción porque Cinema Paradiso a mí me encanta y se que a muchos les parece sensiblería barata. Alla ellos y todo bien con su opinión. Como el Callia Shiraz, a mí Cinema me gustó desde la primera vez que la vi hace ya muchos años (como imaginarán la vi más de una vez). Adoro la banda de sonido del genio de Ennio Morricone y sobre todo disfruto mucho la escena final donde Totó, ya maduro y retornado del entierro de Alfredo, proyecta el único legado que le deja su amigo, el que lo alentó a irse de Giancaldo para no volver nunca. Y el legado es una caja que contiene un pegado de escenas cortadas de distintas películas. Aquellas escenas que cuando el cine del pueblo estaba bajo la órbita de la Iglesia eran censuradas por el simpático sacerdote local que indicaba qué escenas debían retirarse agitando la campana. Se trata obviamente en la mayoría de los casos de besos inocentes.
La escena obviamente va más allá de eso, y como toda la película, es un homenaje al cine, y desde ya al cine italiano de posguerra en particular. De hecho este tributo fue rodado en un momento crítico para el cine, cuando se creía que iba a desaparecer por la irrupción del VHS. Felizmente ni el VHS ni el DVD han eliminado al cine, y las salas se siguen llenando. Hay cambios que a uno pueden no gustarle seguro: la americanización de las salas. Es decir, excelente la comodidad de las butacas, pero detestable (cuestión de gustos vio) el 'Las Vegas style' de las mega salas. Así y todo, sí eso es lo que toma mantener el cine como programa, me la banco sin chistar. Ir al cine es infinitamente superior al Home Theater (más allá que el programa del DVD y el helado siempre tiene su atractivo jejejeje!), es una sensación incomparable frente a un Televisor tenga el tamaño que tenga, plasma o LCDTV o cualquier otra cosa que inventen. Solo o acompañado, para ver los buenos librando al mundo de los malos o para desgarrarse por películas que grafican a veces con una claridad inigualable angustias y dramas humanos, para reirse hasta no poder más o para salir hecho un trapito mojado. Por eso mientras trabajaba y escuchaba la banda de sonido de Cinema Paradiso, me pintó este posteo que termino con la escena final de Cinema.
PD: que blog multifacético, no?
5 Comments:
Uy, que cursileria ni cursileria...Cinema Paradiso no tiene comparación. Ya con esa música valio la pena la pelicula, te pone la piel de gallina!Gracias Zabalita!
Después del disclaimer que pusiste en el primer párrafo estaba listo para escuchar que te había gustado "Titanic" o "tienes un e-mail".
La verdad es que no me puedo imaginar quien sería el zapallito que tilde este peliculón como una sensiblería barata. Es cierto que puede llegar a tener algunos matices un poco “efectistas” en cuanto a la sensibilización del espectador pero definitivamente es una maravilla.
Curdafloja querido: te sorprenderías cuantos tipos con un aire de nariz parada en materia de cine se llenan la boca de críticas contra Cinema Paradiso, quedándose con esos matices efectistas que mencionás. A mí, matices más matices menos, me parece un peliculón como bien decís, y que los narices-paradas del cine vayan a tomar por culo.
Al margen del compilado de besos censurados y la música, que estén fuera de cualquier cuestionamiento, a mi me gusta sobremanera la insistencia de Toto por lograr que la chica le de bola... esos son huevos muchachos, no pedir el mail, chatear, mensajearse e histeriquear. Si eso es efectista, conmigo lo fue.
Aporto un dato que algunos tal vez no conozcan. La versión original de Cinema Paradiso es más larga que la que conocemos. En la versión conocida la historia de Salvatore y Elena queda trunca y nada se nos explica de qué es lo que ocurre en la vida de Totó entre los 18 y 50? años. Parece ser que Cinema duraba 50 minutos más, pero que Miramax, miraba max el negocio que el arte y decidió hacer un abrupto corte.
Existe el 'Director's cut' por suerte, que aunque no vi, ansío ver, para poder comparar una y otra versión.
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