Día del amigo

Como ya dije muchas veces 'la amistad es una pasión tanto más lúcida que el amor'. Así dicen Borges y Bioy Casares por boca de un personaje en 'Invasión' de Hugo Santiago. Aparte de aprovechar El Tribuno de la Plebe para saludar a todos mis amigos, hoy quiero recordar a uno, con nombre y apellido: a mi buen y gran amigo Raúl E. Magariño. Hace poco más de un año que el gordo se nos fue y realmente se lo extraña y muy particularmente en el día del amigo. Qué quieren que les diga? Mucho le debo al gordo y le estoy eternamente agradecido por haberme honrado con su amistad. Él podría haber sido mi padre o mi abuelo, pero más allá de la diferencia generacional, era fundamentalmente mi amigo. Tenía la muy sana costumbre de festejar el día del amigo invitando a todos sus amigos a comer lentejas a su casa. Era un gran 'charlista', tanguero a muerte, fanático de Piazzolla. Más allá de los desacuerdos que pudiéramos tener en materia política, poder conversar con él era no solo un gusto, sino un lujo. Muchas veces me acuerdo del gordo y pienso en él con mucho cariño. Lo puedo sentir presente cuando escucho algún tango, y sobre todo si es 'Adios Nonino' del genial Astor Piazzolla.

Por eso, en este día del amigo, el segundo desde que ya no está entre nosotros, quiero dedicarle este posteo a él, que fue un muy buen amigo mío, y que, como el Flaco Abel de Cafetín de Buenos Aires de Enrique Santos Discépolo, 'se nos fue pero aun me guía'.

Estimado Gordo Magariño, donde quiera que andes, feliz día!