¿y esto quien se lo cree?

Que hubieran dicho 1.4 en vez de 1.7 vaya y pase. Pero el IPC de enero en 1.1% no se lo cree nadie. Una cosa era desvirtuar el IPC operando sobre los precios a través de controles. Otra muy distinta es usar la fórmula necesaria como para que el índice se ajuste a las necesidades políticas del gobierno.

Nadie cree que en enero en promedio los precios minoristas hayan subido sólo un 1.1%, como ya era bastante difícil aceptar el 9.8% del año pasado. Este último, no porque hubieran alterado la metodología, sino porque era una fina operación sobre el IPC. Lo de hoy por la tarde es absolutamente grosero.

Cuesta creer que justamente este gobierno se involucre en una maniobra tan burda y torpe que terminará por afectar su credibilidad. Probablemente no al punto tal que la imagen de K se vea afectada. Menos su intención de voto y sus perspectivas electorales (o las de la Mrs. Cristina Shopping de K.). Pero es un primer punto de inflexión.

Cuesta creer que un gobierno que tiene tantas cosas positivas para mostrar (incluso para quien escribe que es opositor declarado, los logros del gobierno son innegables), caiga en algo tan absurdo.

Hacen ya dos años que la inflación se convirtió en un problema para el gobierno. Sería hora de dejar de poner parches y encarar una solución seria, que sin comprometer el actual proceso de crecimiento, garantice la estabilidad de precios.