Dictadores del mundo pudríos

Hace unos días murió Pinochet. Su muerte no me alegra ni me entristece. En general las muertes no me alegran. En todo caso a veces preferiría que se murieran más Pinochets o Castros que Lennons, Harrisons, James Browns, etc. Pero como dije, no me alegran las muertes de los dictadores activos o retirados. Sí me alegran las dictaduras en retirada, y espero que sean cada día más. Me alegra cuando la gente que alguna vez apoyó estas dictaduras hace un mea culpa y como mínimo admite los crímenes horrendos que estos regímenes cometieron. Y digo que esto me pone contento, porque a pesar de que esos crímenes son irreparables (incluso cuando la justicia funciona), esa toma de conciencia y el posterior arrepentimiento son poco frecuentes.

Los Pinochets y los Castro por suerte pasarán, el daño que hicieron a lo largo de sus vidas miserables no.

El tribuno

PD: Castro, me parece que sos el próximo en la bandeja de salida. A la luz de lo que hiciste después del 59 tengo mis dudas sobre si la historia te va a absolver.