Un mundo perfecto
Kirchner logró el milagro. La Argentina es el paraíso. No hay secuestros, la inflación de enero es del 1.1%, el desempleo es de 8.6%, el INDEC no está intervenido, Moreno es Lassie (y aparte tiene el diploma de la escuela de buenos modales de la condesa Eugenia de Chikov) y mañana probablemente el gobierno anuncie la abolición de la desigualdad en la distribución del ingreso a través de un decreto de necesidad y urgencia. Las pasteras no se construirán, el Mercosur es perfecto, la relación con Estados Unidos y con Brasil anda a las mil maravillas, tenemos gas y petróleo para 150 años más (y si no, Evo nos va a salvar); López está vivo (al menos en la visión optimista de Aníbal Fernández) y Christian Schaerer también (ya van casi tres años y medio que está desaparecido). Todas estas y muchas otras noticias más no hacen más que confirmar que a) si Kirchner no es Dios, lejos no le anda; b) Dios es argentino; c) hemos salido del infierno, estaríamos haciéndolo del purgatorio, y al menos para los argentinos habría comenzado el reinado de mil años de felicidad en el que tan fervientemente creían los milenaristas.
Sin negar muchos de los logros de este gobierno (que como muchas veces dije, no son pocos y son aparte muy valiosos) no soporto la construcción de realidades paralelas, ni por parte de la oposición, ni por parte del oficialismo. El INDEC y las declaraciones recientes de Aníbal Mostacholi van más allá de lo creíble.
Lamentablemente no comparto el optimismo fernandista por la suerte de López. Más bien creo que ha sido doblemente enterrado: 1) por sus captores que probablemente ya deben haber tapado sus restos con una buena cantidad de tierra, salvo que hayan preferido recordar los viejos tiempos y tirarlo desde un avión al río de la Plata; 2) por el gobierno, que lo ha tapado mediáticamente y que nada nos dice al respecto; 3) por el mamarrachesco caso Gerez (cada día más parecido a una interna politiquera de pago chico que a un apriete de la "mano de obra desocupada") sobre el cual hay mucho por explicar (soy todo oídos señores Fernández y Fernández).
Sin negar muchos de los logros de este gobierno (que como muchas veces dije, no son pocos y son aparte muy valiosos) no soporto la construcción de realidades paralelas, ni por parte de la oposición, ni por parte del oficialismo. El INDEC y las declaraciones recientes de Aníbal Mostacholi van más allá de lo creíble.
Lamentablemente no comparto el optimismo fernandista por la suerte de López. Más bien creo que ha sido doblemente enterrado: 1) por sus captores que probablemente ya deben haber tapado sus restos con una buena cantidad de tierra, salvo que hayan preferido recordar los viejos tiempos y tirarlo desde un avión al río de la Plata; 2) por el gobierno, que lo ha tapado mediáticamente y que nada nos dice al respecto; 3) por el mamarrachesco caso Gerez (cada día más parecido a una interna politiquera de pago chico que a un apriete de la "mano de obra desocupada") sobre el cual hay mucho por explicar (soy todo oídos señores Fernández y Fernández).
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