martes, septiembre 25, 2007

El Paraíso Ahora

Ayer el señor Jefe de Gabinete Alberto Fernández dijo públicamente que en la Argentina no había inflación. El alto funcionario basó su afirmación en la definición estándar de inflación, esto es, 'un aumento sostenido y generalizado de precios' y en la credibilidad adquirida por las mediciones del INDEC desde enero de este año gracias a la incorporación de personal altamente especializado (Paglieri and company) a propuesta de el señor Secretario de Comercio Interior Guilermo Moreno (a.k.a. Lassie).

En línea con lo expresado con el señor jefe de gabinete, una pequeña investigación de El Tribuno de la Plebe constató que no sólo no hay inflación en la Argentina, sino que tampoco hay pobreza, desigualdad, marginalidad, desempleo, corrupción, inseguridad, hambre, desnutrición infantil, violencia en las canchas, violencia familiar. Por otro lado, un reporte obtenido de fuentes secretas pero fidedignas indica que investigadores dependientes del Ministerio de Salud (también seleccionados por el secretario de Comercio Interior) habrían logrado la cura para una hasta ahora letal y bien conocida enfermedad de transmisión sexual, pero que no querrían hacer el anuncio antes del 28 de octubre para evitar la acusación de electoralismo.

El Tribuno concluye evidentemente que desde hace 4 años un conjunto de viejas verdades que supieron orientar a nuestro país han sido desempolvadas del cajón donde alguna vez quedaron archivadas y que su revival es lo que explica nuestro estado rebosante de prosperidad. Podemos mencionar dos que me vienen rápidamente a la cabeza:

Es harto evidente que Dios es argentino
Claramente con dos cosechas buenas este país sale para adelante

Recuerdo que al principio nos decían que estábamos en el infierno (allá por 2003), más adelante me dijeron que estábamos saliendo del infierno (2005). El año pasado y este han venido afirmando que estábamos en el purgatorio. Tras las declaraciones del jefe de Gabinete concluyo que nuestro penar por el desierto ha terminado y que estamos en el paraíso.

PD: con posterioridad a la redacción de este posteo sufrí fuertes dolores en la boca del estómago. Corrí al hospital a consultar a un galeno quien me dijo: 'a usted no le pasa nada. Pero le recomiendo que controle sus niveles de sarcasmo, a riesgo que si no lo hace, probablemente sufra una úlcera. No es buena tanta acidez'

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Zabalita, me hiciste descostillarme de las carcajadas, jajaja!.
La verdad es que las cosas que se dicen desde este gobierno no tienen nombre.
Ayer vi por América la entrevista que dio la Primera Gata, perdón, Primera Dama a la revista TIME. Fue un despliegue de soberbia y jactancia pseudo intelectualoide intragable, increíble que nadie le diga que pare de mandar fruta.

Saludos y seguí hostigando con la pluma!

12:34 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

¿Podés creer que estos caraduras cortan la asistencia al Chaco "para que no nos acusen de electoralismo" y después salen a decir estas barbaridades?!! Me dan ganas de llorar.
Y lo peor de todo es que toda esta indignación no va a cambiar nada; mientras unos pocos sigan acumulando, les da lo mismo si es con Pingüino, con Kretina o con quien sea. Perdón, Zabalita, se me fue el optimismo al diablo. :(

5:58 p. m.  
Blogger Aureliano Buendía said...

Flor: Esa es la ventaja que tenemos los cínicos: como no empezamos con muchas expectativas, es difícil que nos rompan el corazón.

6:15 p. m.  

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