Lo dijimos...

Hace algo menos de un mes preguntamos cuanto le quedaba de vida a Lousteau en el gobierno. Algunos dijeron que salía fortalecido, otros nos acusaron de conspirar. Esta vez no nos equivocábamos. Los días de "el pibe" estaban contados. Y de no ser porque esta semana el gobierno con su sucesión de cagadas me hizo laburar como un burro, hubiera posteado algo antes dado que era evidente este desenlace. Bastaba con ver las declaraciones del ministro de esta semana señalando que era prioritario estabilizar los precios y que era mejor crecer 20 años al 5-6%, prácticamente diciendo lo mismo que sus mentores González Fraga y Prat-Gay, que hoy revistan en la oposición.

Lousteau se incineró. Pecó de soberbia al creer que el manejo del ministerio de economía sería más fácil que dirigir el Banco Provincia y pecó de naive al pensar que podría enseñarle a Guillermo Moreno y a Kirchner lecciones aceleradas de economía. En todo caso, el polémico secretario de Comercio Interior fue quien le dio al "pibe" un "accelerato" de política.

A Lousteau le espera una cómoda cátedra en alguna universidad prestigiosa o un cargo generoso en un banco de inversión, una calificadora de riesgo o algún organismo multilateral de crédito. A nosotros, refugiarnos en los botes y desempolvar el tema de Bersuit "Se viene".