OKTUBRE
En el tono socarrón e irónico que a veces caracteriza mis posteos dije en 'Impossible is nothing' que si Alberto Fernández seguía a cargo de la estrategia electoral del gobierno no debía sorprendernos si el pingüino o la pingüina terminaban perdiendo en Octubre. Obviamente que no creo que sea así y lo único que hice fue gastar al Mariscal de la derrota, claro responsable de la derrota aplastante en la Capital. En ese posteo dije que no creía que le conviniera a la oposición ganar en octubre y prometí explicarlo en otro posteo, cosa que hago ahora.
El próximo gobierno enfrentará un contexto difícil. No hay que ser tremendista y pensar que vamos hacia un colapso o algo similar al 2002. Para nada. Pero es evidente que hay problemas que requieren solución si no queremos caer no ya en una crisis, sino en una fase de estancamiento. Después de las elecciones va a haber que:
a) Aplicar una solución seria al tema de la inflación y no las aspirinas actuales. Incluso si -como el gobierno- uno no quiere enfríar la economía para mantener el ritmo de crecimiento del empleo y la mejora de indicadores sociales, es necesario bajar la inflación y para ello será necesario moderar el ritmo de crecimiento del gasto, aparte de hacer algo que el gobierno ya ha venido haciendo en estos dos últimos años aunque con éxito dispar: moderar las demandas salariales.
b) Recomponer las tarifas de servicios públicos y el precio de la energía, medidas que son antipáticas, incluso si su incidencia en el presupuesto de la clase media y alta fuera -parafraseando al hoy silencioso ministro del interior- nimia.
Aparte de ello, es evidente que el ritmo de crecimiento de los próximos años será inferior al de los últimos cuatro. Con la actual tasa de inversión es obvio que no puede mantenerse el actual ritmo, salvo al precio de una mayor inflación y a riesgo de que más temprano que tarde se produzca una marcada desaceleración.
Si bien nadie espera una crisis para 2008, es obvio que habrá un ritmo menor de crecimiento -esperemos no mucho menor- y que habrá que adoptar una serie de medidas para asegurar la continuidad del crecimiento de la economía. Por otro lado, si como dicen muchos, la principal amenaza en los próximos años es la puja distributiva ello requiere un gobierno fuerte. Entiéndase que fuerte no es autoritario. Fuerte como para poder moderar o resistir las demandas de actores privados.
En vista de esto cabe preguntarse si es deseable el triunfo de algún candidato opositor. Yo creo que no. Diría que no es conveniente por el sencillo hecho que ningún candidato opositor cuenta con el respaldo de una fuerza política lo suficientemente sólida como para gobernar. Por otro lado, quedará en sus manos la ingrata tarea de hacer todo lo que Kirchner no ha hecho, con el agravante que siempre tendrá como punto de referencia una gestión, que más allá de dejar una herencia algo compleja, ha sido muy positiva en muchos aspectos.
Tendrían Carrió, Lavagna o López Murphy la capacidad para gobernar en un contexto menos amigable? No tendría ello consecuencias negativas para las futuras perspectivas de alternancia democrática? Acaso no es mejor que Néstor o Cristina solucionen el embrollo inflacionario y energético que ellos mismos generaron y que paguen por ello el costo político?
Muchos creen que si Lavagna gana la presidencial -convengamos que es algo que parece imposible a la luz de lo que muestran hoy las encuestas- muchos pronostican un automático cambio de bando de los peronistas que hoy apoyan a Kirchner. Admito que la lógica peronista de 'el que gana gobierna y el que pierda acompaña' tornan como algo no impensable esta posibilidad. Sí no es impensable, pero tampoco parece probable, sobre todo si quienes llevan de candidato a Lavagna son los radicales...
En lo personal, creo que definitivamente lo mejor que podría pasar para la salud de nuestra democracia es la reelección de Kirchner (mejor Néstor que Cristina) junto con una buena elección de los candidatos de oposición. Esto último no tanto por ver quien es el mejor referente para la oposición, sino más bien para lograr un fuerte arrastre para las listas legislativas que ponga en jaque la mayoría casi automática de la que hoy goza el gobierno en el Congreso. Es decir, una buena performance opositora permitiría aumentar el caudal de bancas en manos de los partidos de oposición y desde allí ejercer un control más efectivos sobre el gobierno.
Es un error pensar en Octubre como la 'madre de todas las batallas'. Sería naive pensar que los problemas se acaban dando el batacazo en Octubre, forzando una segunda vuelta y derrotando a la pingüina en la misma (hoy una hipótesis altamente improbable a mí entender, incluso a pesar de lo malos que han sido estos últimos meses para la dupla presidencial). No, la oposición no está madura. En este caso, es necesario construir poder antes que tomarlo.
Pensar que la reelección de Kirchner o la elección de Cristina es lo peor que nos puede pasar es pecar de tremendismo y cortoplacismo. Todo lo contrario, ellos deberán hacerse cargo de sus propios errores, deberán pagar el costo político de los mismos y de paso, la oposición, sea cual sea, tendrá tiempo de armarse y prepararse para, en caso que sea capaz de gestar un proyecto atractivo para la ciudadanía, gobernar en 2011.
El próximo gobierno enfrentará un contexto difícil. No hay que ser tremendista y pensar que vamos hacia un colapso o algo similar al 2002. Para nada. Pero es evidente que hay problemas que requieren solución si no queremos caer no ya en una crisis, sino en una fase de estancamiento. Después de las elecciones va a haber que:
a) Aplicar una solución seria al tema de la inflación y no las aspirinas actuales. Incluso si -como el gobierno- uno no quiere enfríar la economía para mantener el ritmo de crecimiento del empleo y la mejora de indicadores sociales, es necesario bajar la inflación y para ello será necesario moderar el ritmo de crecimiento del gasto, aparte de hacer algo que el gobierno ya ha venido haciendo en estos dos últimos años aunque con éxito dispar: moderar las demandas salariales.
b) Recomponer las tarifas de servicios públicos y el precio de la energía, medidas que son antipáticas, incluso si su incidencia en el presupuesto de la clase media y alta fuera -parafraseando al hoy silencioso ministro del interior- nimia.
Aparte de ello, es evidente que el ritmo de crecimiento de los próximos años será inferior al de los últimos cuatro. Con la actual tasa de inversión es obvio que no puede mantenerse el actual ritmo, salvo al precio de una mayor inflación y a riesgo de que más temprano que tarde se produzca una marcada desaceleración.
Si bien nadie espera una crisis para 2008, es obvio que habrá un ritmo menor de crecimiento -esperemos no mucho menor- y que habrá que adoptar una serie de medidas para asegurar la continuidad del crecimiento de la economía. Por otro lado, si como dicen muchos, la principal amenaza en los próximos años es la puja distributiva ello requiere un gobierno fuerte. Entiéndase que fuerte no es autoritario. Fuerte como para poder moderar o resistir las demandas de actores privados.
En vista de esto cabe preguntarse si es deseable el triunfo de algún candidato opositor. Yo creo que no. Diría que no es conveniente por el sencillo hecho que ningún candidato opositor cuenta con el respaldo de una fuerza política lo suficientemente sólida como para gobernar. Por otro lado, quedará en sus manos la ingrata tarea de hacer todo lo que Kirchner no ha hecho, con el agravante que siempre tendrá como punto de referencia una gestión, que más allá de dejar una herencia algo compleja, ha sido muy positiva en muchos aspectos.
Tendrían Carrió, Lavagna o López Murphy la capacidad para gobernar en un contexto menos amigable? No tendría ello consecuencias negativas para las futuras perspectivas de alternancia democrática? Acaso no es mejor que Néstor o Cristina solucionen el embrollo inflacionario y energético que ellos mismos generaron y que paguen por ello el costo político?
Muchos creen que si Lavagna gana la presidencial -convengamos que es algo que parece imposible a la luz de lo que muestran hoy las encuestas- muchos pronostican un automático cambio de bando de los peronistas que hoy apoyan a Kirchner. Admito que la lógica peronista de 'el que gana gobierna y el que pierda acompaña' tornan como algo no impensable esta posibilidad. Sí no es impensable, pero tampoco parece probable, sobre todo si quienes llevan de candidato a Lavagna son los radicales...
En lo personal, creo que definitivamente lo mejor que podría pasar para la salud de nuestra democracia es la reelección de Kirchner (mejor Néstor que Cristina) junto con una buena elección de los candidatos de oposición. Esto último no tanto por ver quien es el mejor referente para la oposición, sino más bien para lograr un fuerte arrastre para las listas legislativas que ponga en jaque la mayoría casi automática de la que hoy goza el gobierno en el Congreso. Es decir, una buena performance opositora permitiría aumentar el caudal de bancas en manos de los partidos de oposición y desde allí ejercer un control más efectivos sobre el gobierno.
Es un error pensar en Octubre como la 'madre de todas las batallas'. Sería naive pensar que los problemas se acaban dando el batacazo en Octubre, forzando una segunda vuelta y derrotando a la pingüina en la misma (hoy una hipótesis altamente improbable a mí entender, incluso a pesar de lo malos que han sido estos últimos meses para la dupla presidencial). No, la oposición no está madura. En este caso, es necesario construir poder antes que tomarlo.
Pensar que la reelección de Kirchner o la elección de Cristina es lo peor que nos puede pasar es pecar de tremendismo y cortoplacismo. Todo lo contrario, ellos deberán hacerse cargo de sus propios errores, deberán pagar el costo político de los mismos y de paso, la oposición, sea cual sea, tendrá tiempo de armarse y prepararse para, en caso que sea capaz de gestar un proyecto atractivo para la ciudadanía, gobernar en 2011.
posted by Zabalita at 9:52 p. m.
17 Comments:
Mmm... Es un análisis que me da un poco de esperanza. Está bueno en cuanto a que K pagaría el "costo" de lo que hizo.
Pero igualmente, en el escenario planteado prefiero que maneje las cosas otro y no K, a riesgo de que se le vengan todos encima si la cosa no marcha bien.
Ya que estás parangonando el título, podrías agregar este disco a tu top-ten, porque salvo a Pink Floyd, se coge de parado y sin vaselina a cualquiera de tu lista.
En este punto estoy totalmente de acuerdo. Dan ganas de agarrarse la cabeza cuando se te acercan algunos con sonrisa de "se le está yendo todo a la mierda al zurdo este (la pésima utilización del término merece un tratamiento más profundo)y si sigue así en octubre puede que le caguemos el asado (de más está decir que a esta gente le cagan asados o pucheros del plaza, nunca una polenta con pajarito o unos ravioles con estofado).
Más allá de esto, lo que realmente me pone a pensar es qué alternativa es mejor para que la oposición arrastre gente en el legislativo y sume masa crítica capaz de controlar algo, o ponerle un poco de onda cuanto menos.
¿Cada uno por su lado? fuerzas como el ARI han probado tener bloques sólidos y buenas figuras (Pérez... aplausos de pié por Skanska nomás), pero Lilita tiene un techo de vidrio con el que se topa seguido y eso impacta a la hora de hacer el reparto con nuestro querido D'Hont. El macrismo parece haber aprendido que no està bueno que tu bloque se divida a la semana de asumir, pero con quien va a ir finalmente? Lavagna no despega ¿despegó? ¿despegará? ¿despega at all? Y lo de Ricardo LM en este momento està verde.
¿todos juntitos atados con alambre? La sóla idea de probar ciertas combinaciones revuelve el colon... del estómago ni hablar. Pero a la hora de repartir bancas, siempre es mejor repartir entre pocos que entre muchos, sino a los terceros y cuartos les caen las migas y bien gracias.
Tribuno: hay posteos a pedido? Fijate.
PS. Aureliano, nuestro querido tribuno habla de política argentina pero escucha la música del otro hemisferio. Quizàs no le da como a Cortazar para escapar del sonido mudàndose a Parìs, pero le escapa igual importando sonidos de Londres y Liverpool.
No creo en la idea de 'o son ellos o es el caos' que quede claro. Lo que sí creo es que hoy la oposición no tiene la madurez ni la cohesión para ser gobierno. Me animo a decir que ni siquiera tiene los cuadros. La alternancia es fundamental en la democracia y es por eso que creo que lo mejor que puede pasar para la alternancia es una victoria de K. De la otra forma, repetiremos el mal ejemplo de la alianza, hoy potenciado por la ausencia de partidos.
En cuanto al comentario de Aureliano, creo que es obvio decir que si OKTUBRE de los Redondos fue posible, fue gracias a por lo menos 8 de los discos de mi top ten. De otra forma, el Indio Solari sería un mero cantor de chacareras.
Si OKTUBRE se coge de parado a los discos que menciono, tengo mis dudas. Es una cuestión de gustos y sobre esto no hay nada escrito. No pretendía pontificar en mi top ten. Ahora eso sí, como digo que tengo mis dudas sobre el lugar de OKTUBRE en ese top ten, también tengo dudas que el Coronel Buendía (hoy definitivamente tiene un Maldía) haya escuchado alguno de los discos incluidos (salvo el de Floyd claro está) con lo cual su crítica carece de total fundamento, al menos hasta que escuche los discos del top ten.
Finalmente, mi estimado amigo Firefly: el triunfo de Macri ha dado lugar a las más diversas especulaciones, algunas muy simplistas. Esta idea de 4 candidatos de oposición mordiendole la base a K y forzando una segunda vuelta adolece de errores y dedicaré un posteo al respecto.
No entiendo bien lo de los posteos por encargo, pero si los hubiera, no serían gratis.
Ganar sería lo peor que le podría pasar al cuialquiera de los candidatos de la oposición. totalmente de acuerdo con usted Tribuno, que siga K, que se arrastre sus propios quilombos y luego, en 2011, cambio de gobierno. Confío que es lo mejor, pq aseguraría que el crecimiento siga y no que muera por problemas de gobernabilidad
Zabalita querido, tengo dos respuestas diferentes, pero entre sí complementarias, a tu comentario.
a.) Dice Zabalita: creo que es obvio decir que si OKTUBRE de los Redondos fue posible, fue gracias a por lo menos 8 de los discos de mi top ten. De otra forma, el Indio Solari sería un mero cantor de chacareras.
Primero, con ese criterio, en tu top-ten deberías incluir a todos los discos/músicos/obras que hicieron posible esos diez, salvo que creas que ellos crearon su música ex-nihilo, cosa que dudo que pienses. Y, por supuesto, luego deberías incluir los discos/músicos/obras que hicieron posibles aquellos, y así hasta el inicio de los tiempos. Es decir, ese es un argumento por completo vacío.
Segundo, mandar al Sr. Solari a tocar chacareras es o bien una descalificación de las chacareras para indirectamente descalificar al Sr. Solari, o bien una completa ignorancia de otros muchos géneros, porque el Sr. Solari pudo bien ser cantor de chacareras o también de otras cosas. Igualmente creo que es la primera opción.
b.) Dice Zabalita: también tengo dudas que el Coronel Buendía [...] haya escuchado alguno de los discos incluidos (salvo el de Floyd claro está) con lo cual su crítica carece de total fundamento, al menos hasta que escuche los discos del top ten.
Esto no merece respuesta. Como siempre digo, es ir al jugador y no a la pelota. Es meterse con el crítico ocasional, hoy el Coronel Aureliano Buendía, y no con lo que dice. Algo así como una Gran Krupoviesa en versión posteo.
No desmerezco a las chacareras, pero la realidad es que el rock en la Argentina es un género importado.
Y es obvio que los Beatles pudieron existir porque hubo alguien que quien sabe como o cuando inventó algo que hoy conocemos como música. Así y todo, y yendo más cerca, aunque Elvis y Chuck Berry hacen posibles a los Beatles y los Stones, creo que ningún disco de Elvis está a la altura de los Beatles. Y probablemente ningún disco de los Redondos -en mi opinión personal- le haga cosquillas a los discos que incluí. Pero vuelvo a que es puramente subjetivo lo mío.
Igualmente si tuviera que elegir algún disco nacional en mi top ten, creo que OKTUBRE no está en la lista y sí otros como Pescado 2 de Pescado Rabioso o Bicicleta de Serú Girán.
En cuanto a la segunda respuesta, no es una chicana. Simplemente es una obviedad: si no escuchaste los discos que yo menciono no podés decir que OKTUBRE es mejor. Si lo hacés sos un facho musical que prejuzga antes de escuchar.
Pero doblo la apuesta. Me animo a decirte que no escuchaste el 60% de los discos que menciono. Y si no los escuchaste no podés concluir que OKTUBRE se los garche de parado.
Insisto que lo mío fue decir que discos me gustan más a mí. Me parece muy bien que a otros les gusten los redondos, a otros Sumo, a otros Soda, Virus, Pocho la Pantera, Adrián y los Dados Negros, etc.
Sugerencia: salí de la rutina y decí cuales son tus 10 discos preferidos en tu blog.
Pregunta: ¿cuál será el top ten de Jarrón?
Esto de la gobernabilidad, creo yo, es una mentira creada para los peronistas para engendrar miedo. Más que una mentira, una profecía autocumplida. Algo propio de un sistema mafioso creado para la obtención y conservación de poder, como diría Maquiavelo.
las encuestas del gobierno (es decir la encuestas ficcionalizadas) dan a cristina menos del 40 por ciento.
Si no hay 40 hay segunda vuelta.
Si hay segunda vuelta pierden.
De ser así, lo único que varía es que iría NK escenario en el cual no "pierden". No sé si yo los veo como un "ellos", seguro tampoco como un "nosotros".
Mi punto es el siguiente, no veo razones para que se presente CK... no me como que Néstor haga las contrareformas de primera generación y Kristina las de segunda.
Entiendo que quizás Néstor no quiera ir y abrir juego para una interna de 4 años, pero eso no hace más atractiva la opción de un PJ con dos cabezas o con un poder de reserva o un matriarcado, como le quieran decir.
Tarumba: las encuestas siguen dando a Cristina por encima de 40 y de última, la campaña no empezó por lo cual tiene tiempo de crecer. Está demostrado que cuando alguien conocido se lanza, aumenta unos puntos. Igualmente, el punto no es tanto si hoy las encuestas la dan a ella por arriba o por abajo de 40, sino que los que le siguen no llegan a 10 (salvo en las encuestas de Opinión Autenticada).
Así y todo, si las encuestas la dan a ella por debajo de 40, no es tanto problema porque las elecciones son en Octubre. Y así y todo, si no es ella, es él, escenario que prefiero.
No me gusta la idea de ellos o el caos, pero del otro lado no hay absolutamente nada. Simpatizo con buena parte de los que están en la oposición, y podría votar tanto por Lavagna como por Lilita como por el Bulldog (como que votaré por alguno de ellos) pero ninguno de los tres tiene lo necesario para asumir: en algún caso madurez y en otro, los que están atrás son los incapaces de siempre más preocupados por su interna partidaria que por gobernar.
Tengo miedo que reeditemos la alianza de los que no saben gobernar con los que nunca gobernaron y encima, se sumen los que si gobernaron y robaron.
Por otro lado, esta idea que hay en la oposición de 'lo peor que puede pasar es cuatro años más de K' me parece nefasta. No me gusta ni el pingüino ni la pigüina, pero si realmente quieren hacer algo por el país, apuesten a perder lo mejor posible para arrastrar un buen número de diputados y tenerlos bien agarraditos de los cojones, o de los ovarios (si es Cristina) en el 2007 y 2011. Hoy, como oposición son todos un desastre.
Ganen las elecciones (altamente improbable) y tendremos a K en cuatro años diciendo como Perón 'no es que hayamos sido buenos, sino que los demás fueron peores'.
Y agrego algo más. Salgan del cortoplacismo. Aprendan de Lula y el PT, de Salvador Allende y tantos otros, que a lo largo de su dilatada carrera política aprendieron que el poder no se toma, se construye.
Este planteo se encuadra con lo que dice Carrió me parece, algo así como "estamos haciendo política para nuestros hijos y para nuestros nietos."
Esa idea de largo plazo y de ideales es fundamental hoy por hoy, me parece.
Al comentario de la necesidad de construcción de poder, no lo asociaria con palabras de Carrió. Pese a que simpatizo con parte de sus ideales, uno de los grandes defectos de Carrió y estos muchachos de la oposición es que no han podido construir ni siquiera sus propios partidos...Carrió ha hecho con su partido (por débil que sea) lo que se le antojó. Nunca aplicó los principios democráticos que predica a la democracia interna de su partido (por debil que sea). Asi si no pudo construir un partido, no me imagino que haría con el país...
Siguiendo con la oposición, aunque respeto a Lavagna, es nuevamente una candidatura reciclada por Alfonsín, Moreau, Storani y cia. para mantener unas decenas de diputados y senadores radicales, unidos a lo peor del justicialismo bonaerense. Y, ya empezaron a sentir la desesperación de que no se mueve el amperimetro de las encuestas.
Coincido con el Tribuno: lo mejor que podría pasar es un segundo período K. Creo que el gobierno tiene muchas cosas rescatables, y obviamente muchos excesos y descalabros. Va a ser muy interesante ver cómo resuelven ciertos quilombitos que generaron ellos solos. Y, también va a ser interesante un eventual gobierno de Cristina, queriendo diferenciarse de su marido. Como dicen: el tiempo de la calidad institucional, como si en el periodo 2003-2007 hubiera gobernado un extraño...
Para la oposición, el objetivo pasa por conseguir la mayor cantidad de legisladores, y pensar en las elecciones intermedias de 2009, que seguramente sean un buen parámetro de si el kirchnerismo (o cristinismo) empieza a desmoronarse o si se consolida por un buen tiempo.
Veo que tenemos una coincidencia profunda de ideas con el rufián melancólico. Sí, la apuesta de este año es meter la mayor cantidad de legisladores posibles, desde ya que a expensas del Frente para la Victoria/PJ.
Soy un convencido que es necesario recuperar el parlamento como arena de la política. Si bien el parlamento poco puede hacer en materia de iniciativa, si puede hacer mucho como instancia de control. Es desde el Parlamento que se podrán arreglar mucho de los desastres institucionales (superpoderes por ejemplo) del Kirchnerismo, y desde donde se puede poner freno a los peores excesos.
Con relación al tema de construir poder, me parece que hay que pensarlo como Gramsci. La oposición no puede hoy largarse a una guerra de movimientos porque, más allá de transitorios triunfos, no gana la guerra (permitaseme la licencia de usar estos términos a sabiendas que no creo que la política argentina sea una guerra). Es más piola una guerra de trincheras, siendo las gobernaciones, las bancas de diputados, las intendencias las trincheras a capturar.
Como en Gramsci, hay que construir un discurso que supere al del kirchnerismo. Hoy eso no está y por eso sería una victoria pírrica desalojar a los K de Balcarce 50.
Más bien hay que cercarlos y desgastarlos para mosrarles los dientes en 2009 y para que en 2011 pidan al referee el pitazo final
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