Sobre la renuncia de Ocaña y la gripe A

Ha renunciado la ministra de Salud Graciela Ocaña. Lamento su renuncia porque siento que el último dique de contención frente a la CGT en el ministerio de Salud ha caido. No dudo de la honestidad de Ocaña y si se ganó el encono de Moyano algo bueno debe haber hecho. En ese punto chapeau para Ocaña.

Ahora, mientras se siguen comentando los pormenores de la renuncia de la "hormiguita", los medios dicen que la ministra propuso una serie de medidas para lidiar con la gripe porcina, medidas que el gobierno consideró impropias en medio de la campaña, temiendo que las mismas podrían impactar negativamente en la intención de voto de sus candidatos. Frente a eso, Ocaña renunció, pero le pidieron que aguantara hasta el día después de la elección para hacer efectiva la dimisión. En esto no puedo dejar de decir que el gobierno, pero sobre todo Ocaña, han sido terriblemente irresponsables, jugando -como que lo han hecho- con vidas humanas.
La adopción de medidas tempranas habría evitado la proliferación del brote de gripe porcina, y muy probablemente habría salvado vidas. Ocaña privilegió una elección por encima de la vida humana que es un valor supremo. El gobierno también lo hizo y realmente alguien debería cargar penalmente por el costo en vidas humanas de la negligencia con que la se ha manejado este asunto.