Adios Roberto
Lavagna ha demostrado que no las tiene todas consigo. Si algún opositor podía capitalizar esta crisis probablemente hubiera sido él. Sin embargo saltó de bando en el momento incorrecto. Su regreso al redil kirchnerista fue totalmente imprudente e inoportuno. Tal vez la política no sea un campo propicio para los economistas. Y aunque en otras oportunidades el ex ministro dio muestras de sobrada pericia en materia política, últimamente parece haber perdido la brújula.
Yendo más allá de la torpeza de su regreso a medias al kirchnerismo, quizás hasta jamás debería haber incursionado en la política electoral. Hoy es fácil decirlo es cierto. Pero allá por el 2005 cuando renunció pensando que estábamos a un trimestre del comienzo de la desaceleración de la economía que él capitalizaría políticamente, quizás hubiera sido más conveniente pensar en el bronce y en el oro, dedicándose a dar conferencias acerca de la milagrosa recuperación de la Argentina, escribir un libro sobre el turbulento año 2002 e ir a Oxford, Cambridge y LSE a dar clases. Ciertamente que es elogiable su opción dado que prefirió meter las manos en el barro de la política antes que llevar una vida cómoda. Así y todo, cometió el mismo error de Domingo Cavallo. Hoy parece seducirlo el premio consuelo de encabezar la lista de diputados del PJ Capital en 2009. O eventualmente será el bombero que apague el ¿incendio?* del Kirchnerismo.
*me resisto a pensar que estamos frente a un incendio. Lo que ocurre es que el gobierno se maneja con una impericia tal que una colilla de cigarrillo mal apagada se convierte en manos de Cristina y Néstor en un incendio.
Yendo más allá de la torpeza de su regreso a medias al kirchnerismo, quizás hasta jamás debería haber incursionado en la política electoral. Hoy es fácil decirlo es cierto. Pero allá por el 2005 cuando renunció pensando que estábamos a un trimestre del comienzo de la desaceleración de la economía que él capitalizaría políticamente, quizás hubiera sido más conveniente pensar en el bronce y en el oro, dedicándose a dar conferencias acerca de la milagrosa recuperación de la Argentina, escribir un libro sobre el turbulento año 2002 e ir a Oxford, Cambridge y LSE a dar clases. Ciertamente que es elogiable su opción dado que prefirió meter las manos en el barro de la política antes que llevar una vida cómoda. Así y todo, cometió el mismo error de Domingo Cavallo. Hoy parece seducirlo el premio consuelo de encabezar la lista de diputados del PJ Capital en 2009. O eventualmente será el bombero que apague el ¿incendio?* del Kirchnerismo.
*me resisto a pensar que estamos frente a un incendio. Lo que ocurre es que el gobierno se maneja con una impericia tal que una colilla de cigarrillo mal apagada se convierte en manos de Cristina y Néstor en un incendio.
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