Esas sí que son sesiones parlamentarias...
Habrán visto la noticia hoy de la caída del gobierno de Romano Prodi en Italia. Sin ser conocedor ni seguidor de los avatares de la política italiana, creo que es una mala noticia el final del gobierno de centro-izquierda de Prodi. No porque yo sea de centro-izquierda (aunque de acuerdo al test de Compass lo soy) sino porque la alternativa de un retorno del Cavaliere Berlusconi me parece abominable. Pero lo interesante del asunto, más allá de la suerte (poca por cierto) de Prodi, es el relato de la sesión que resultó en la caída de su gobierno. Uno senador es increpado por uno de sus pares por votar a favor de Prodi cuando su partido le resta el apoyo al jefe de gobierno, y ello termina con el senador desmayado. A la vez, cuando finalmente, tras la votación, cae el gobierno, la oposición brinda con champagne en pleno recinto y festeja con algarabía. Mientras leía esta noticia esta mañana y veia la foto del festejo opositor en pleno Parlamento pensaba "cuan anodinas son nuestras sesiones legislativa". Cada tanto tenemos una que otra anécdota (como por ejemplo cuando Alicia Castro depositó la bandera de Estado Unidos en el escritorio del entonces presidente de la Cámara Baja Eduardo Camaño por mencionar una) pero fuera de eso está claro que nuestro Congreso palidece frente al fragor del Parlamento italiano.
Me parece oportuno sugerir que, también como una forma de incrementar el interés de la ciudadanía por el Congreso y de revitalizar la vida parlamentaria, emulemos a los italianos y por ejemplo, cuando el gobierno gane una votación, sus legisladores saquen matracas y suenes música festiva para amenizar la ocasión. Como consuelo, los legisladores de la oposición podrían llevarse una "bolsita" como en los cumpleaños, al retirarse del recinto. Si el que pierde la votación es el gobierno, la oposición también debería tener derecho al festejo con matracas. El champagne que usaron los italianos es un tanto fastuoso para los tiempos que corren, pero podría permitirse un brindis con fresita o sidra (hacerlo sin alcohol es de mala suerte).
Me parece oportuno sugerir que, también como una forma de incrementar el interés de la ciudadanía por el Congreso y de revitalizar la vida parlamentaria, emulemos a los italianos y por ejemplo, cuando el gobierno gane una votación, sus legisladores saquen matracas y suenes música festiva para amenizar la ocasión. Como consuelo, los legisladores de la oposición podrían llevarse una "bolsita" como en los cumpleaños, al retirarse del recinto. Si el que pierde la votación es el gobierno, la oposición también debería tener derecho al festejo con matracas. El champagne que usaron los italianos es un tanto fastuoso para los tiempos que corren, pero podría permitirse un brindis con fresita o sidra (hacerlo sin alcohol es de mala suerte).
5 Comments:
Estimado Zabalita, me parece que si su propuesta es que en el Congreso Nacional hayan "matracas" y "bolsitas" se ha quedado retrasado, pues ya hay de eso desde hace rato... preguntele a barrionuevo si no...
abrazo
Luego de 14 años ininterrumpidos de labor legislativa debo decir que no nos quedamos atrás en cuanto a dar la nota, algunos ejemplos:
• En la época de los sobornos en el senado por la ley de flexibilización laboral, cantábamos “devolvé la bolsa” en alusión a la canción de la Versuit Bergarabat.
• Los discursos del Senador Moreau en épocas de la Alianza desgañitándose en contra de los superpoderes para Cavallo (discursos vibrantes, extensos y acalorados) y luego votando a favor.
• Cuando en el 98 el justicialismo metió dos senadores por la ventana, los radicales daban un espectáculo circense.
Con respecto a la caída del gobierno de Prodi, no es tan tremendo como parece, su sistema de gobierno está pensado para que estos cambios no afecten la gobernabilidad o la estabilidad de todo el sistema político.
No dudo que debe haber habido sesiones antológicas. Y de hecho me acuerdo de algunas:
- el discurso de Roggero en una de las Asambleas Legislativas posteriores a la debacle de 2001. Gran discurso en el que pronunció el célebre "gorila, sáquese los pelos!"
- la sesión del famoso "diputrucho"
- cuando vino George H. Bush y Zamora progagonizó un incidente con el entonces diputado ucedeísta Alberto Albamonte.
Desde ya que la caída del gobierno de Prodi no es tremenda. Es parte de la dinámica de los parlamentarismos en sus versiones más clásicas. Pero así y todo, la postal con la botella de champagne me parece que es imbatible.
Zabalita:
El dia que los tanos se agarren a tiros en el senado en una de esas nos superan a nosotros.
A no tirarnos abajo que la falta de gusto de nuestras actuales sesiones es para compensar el exceso de picante que tuvieron en el pasado.
Un abrazo!
el jardin de los anchorena: ¡¡ me habia olvidado!!!. En nuestro congreso hasta se mató a un tipo.
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