Curioseando por Internet
me encontré con este más que interesante párrafo en un extenso trabajo sobre la última e infausta dictadura militar:
En cuanto a los libros, Ricardo Sidicaro ha realizado un relevamiento de “la heterogénea artillería teórica que sustentó aquellos pasos y la discreta pero persistente tarea de quienes se dedicaron a susurrar en el oído del poder de facto un intento de racionalidad, la ilusión de una legitimidad imposible”.95 El relevamiento alcanza a cuatro títulos en los que se advierten, más que una ideología, “creencias que confunden la inteligibilidad de las razones que llevan a actuar de un modo autoritario, bárbaro o aun aberrante, con una eventual excusa ética o política de esas conductas” (p. 14): La segunda fundación de la república, de Ricardo Zinn (Pleamar, 1976); El rescate de la República, de Miguel Angel Iribarne (Emecé, 1978); Derecho a la esperanza, de Carlos Conrado Helbling (Sudamericana, 1978); Fuerzas Armadas, ética y represión, de Marcial Castro Castillo (Nuevo Orden, 1979).
En cuanto a los libros, Ricardo Sidicaro ha realizado un relevamiento de “la heterogénea artillería teórica que sustentó aquellos pasos y la discreta pero persistente tarea de quienes se dedicaron a susurrar en el oído del poder de facto un intento de racionalidad, la ilusión de una legitimidad imposible”.95 El relevamiento alcanza a cuatro títulos en los que se advierten, más que una ideología, “creencias que confunden la inteligibilidad de las razones que llevan a actuar de un modo autoritario, bárbaro o aun aberrante, con una eventual excusa ética o política de esas conductas” (p. 14): La segunda fundación de la república, de Ricardo Zinn (Pleamar, 1976); El rescate de la República, de Miguel Angel Iribarne (Emecé, 1978); Derecho a la esperanza, de Carlos Conrado Helbling (Sudamericana, 1978); Fuerzas Armadas, ética y represión, de Marcial Castro Castillo (Nuevo Orden, 1979).
4 Comments:
Creo que Miguel Angel Iribarne me suena, lo vi, durante casi cuatro meses seguidos. a no, ocho, si contamos ambos cursos.
Dios.
sin palabras.
ese tipo sigue dando clase, tribuno?
Bueno... si vemos los archivos con cuidado nos vamos a encontrar con más de una vaca sagrada sacrificada!
Habria que ver que ideas defendemos hoy por hoy que quizá dentro de 30 años parecen aberraciones.
Nadie resiste un archivo (ni siquiera Carlos Heller!). Los 70 fueron una época complicada y probablemente mucha gente que no tuvo que ver con crímenes horrendos participó de la Dictadura. De hecho, conozco algunos casos de víctimas de las internas entre Massera o Suárez Mason y otros jerarcas de la infausta dictadura. Por ejemplo: el embajador argentino en Venezuela Hidalgo Solá fue una de ellas. El propio subsecretario de la presidencia de Videla, segundo del coronel José Villarreal, se salvo por poco de la condena que le echaron Suárez Mason y Massera.
O el propio Timmerman, también víctima de una de estas internas, dado que había sido alguien que en forma entusiasta apoyaba al golpe.
El problema es cuando ya con plena conciencia de lo que está ocurriendo uno se pone a escribir a favor...
Y en nuestro caso no hay que pensar a 30 años vista. Yo hace 15 voté la reelección de Menem y me hago cargo de ello.
Pero eso no es una aberración. Ahora, nunca hice apología de usar el aparato de estado para ilegalmente detener gente, torturarla, tirarla viva aunque semi-conciente al oceáno atlántico o el río de la Plata. Y escribir a favor de eso es aberrante ahora y hace 30 años.
Dentro de 30 años uno podrá ser más estatista, más neoliberal o más socialista. Pero si justifica el terrorismo o el terrorismo de estado será lisa y llanamente un flor de hijo de puta.
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