Balance y perspectivas

El resultado de las elecciones, en las cuales tuve la onerosa pero a la vez cívica y honrosa tarea de desempeñarme como presidente de mesa, estuvo bastante lejos de lo que inicialmente hubiera esperado. Fui bastante crítico de la decisión de Macri de competir en la ciudad por dos motivos: 1) porque no contribuye a construir una alternativa nacional al kirchnerismo; 2) porque pensaba que Macri tenía esa oportunidad cuando iba segundo, ciertamente a una distancia más que amplia, detrás del presidente o de Cristina para las elecciones de octubre. Mi crítica por otro lado era que Macri probablemente tenía pocas chances de ganar la ciudad por el tan mentado techo electoral que suponía su imagen negativa, con lo cual había perdido -en mi opinión- la oportunidad de contribuir al armado de una alternativa nacional -probablemente no la que a mí más me gustara, pero una alternativa al fin, y aparte se exponía a una derrota similar a 2003.

Los números de ayer obviamente marcan que me equivoqué y que por eso yo tengo un humilde blog, y Jaime Durán Barba cobra millones de dólares.

Como conclusiones tentativas de las elecciones de ayer diría lo siguiente:

• Macri claramente se benefició de la pelea Telerman-Filmus, y de evitar, como lo viene haciendo desde 2003 una confrontación abierta con el presidente. Centrar su discurso en lo local, en la gestión, etc., parece ser la fórmula del éxito electoral, fórmula que con éxito practican tipos tan disímiles como Binner, Macri, Sabatella, etc. Quien decide confrontar con el presidente tiene mucho para perder: el gobierno tiene mucho para mostrar, tiene una imagen positiva del 60% aproximadamente, y aparte le sobran recursos de todo tipo para fortalecer a un candidato. El discurso neutro y aburrido de la gestión sirve para 'localizar' la elección y esta visto que tiene mayor llegada en la gente que hoy por hoy no es receptiva a grandes definiciones ideológicas. Digamos que estamos ante electorados más "bilardistas" que "menottistas".
  
• Aunque el triunfo de Macri es rotundo y probablemente sea más que complicado revertirlo en segunda vuelta, mi otro postulado se sigue verificando y es que la victoria de Macri no contribuye a construir una alternativa nacional al menos en el 2009. Si Macri aspira a la presidencia, debe centrarse en a) hacer una buena gestión en la ciudad y b) evitar el surgimiento de potenciales competidores. Para lo primero, una mala relación con el gobierno es desaconsejable e innecesaria. No escapa a nadie que, independientemente del signo partidario -y con muy pocas excepciones- quienes ocupan cargos de gestión local tienen por lo general una buena relación con el gobierno -como la que tenía Telerman hasta que Kirchner optó por Filmus. Macri no ha sido confrontativo hasta ahora, porque va a serlo después del 24/6? En relación al segundo punto, Macri no tiene incentivos para apoyar a un candidato presidencial en octubre. Si un candidato opositor hace una buena elección en octubre y mete un buen número de diputados, el rol de principal figura de oposición, que Macri, sin confrontar, logró anoche, se diluiría.

Macri probablemente gane la segunda vuelta (y en esto, Argentina que es tan proclive a tirar abajo teorías, no creo que se convierta en la excepción solitaria en materia de ballotage) y probablemente haga una buena gestión porque tiene incentivos muy fuertes para ello. Pero sigo dudando de su capacidad de articular una alternativa nacional. Claramente los otros referentes de la oposición (si es que hay algo así hoy en la Argentina) tampoco tienen esa capacidad. Ni Lavagna, ni Carrió, ni López Murphy, ni Binner, ni Sobisch tienen hoy esa capacidad. A veces ni siquiera tienen la intención (de más está decir que prefiero evitar una alternativa nacional liderada por Sobisch que en mi visión es como Kirchner pero más de derecha).

Volviendo a la elección claramente se desprende de su resultado que evitar la confrontación a nivel nacional sigue siendo una buena estrategia para ganar cargos ejecutivos locales.